Los vehículos actuales disponen de infinidad de sistemas informáticos para su funcionamiento. El gran cambio que se ha producido en las últimas décadas deja patente que un automóvil, ahora mismo, es muy parecido a un ordenador. El sistema de infoentretenimiento, la apertura de las puertas sin llave, el bluetooth o las actualizaciones de software son una ayuda fundamental para los ocupantes, pero también un problema para los ataques informáticos.
Unos ataques que en los últimos años se han visto incrementados por los ‘hackers’. Por ejemplo, el año pasado, David Colombo, un joven alemán de 19 años y conocido ciberdelincuente, aseguraba a través de sus redes sociales que fue capaz de tomar el control remoto de 25 coches de Tesla repartidos a lo largo de 13 países.
Bruce Schneier, criptógrafo, profesor en Harvard y uno de los mayores expertos en ciberseguridad más renombrados a nivel mundial, lleva tiempo avisando a los gobiernos de la problemática que supone que un coche esté conectado a internet, ya que puede ser utilizado como herramienta para cometer crímenes: “Matar al conductor de un coche, tomando el control del mismo a distancia, es algo sencillísimo” comentó.
Normativas de la UE
La preocupación de la Unión Europea sobre los ataques a los vehículos les ha llevado a preparar una nueva normativa sobre ciberseguridad. La aprobación de los reglamentos n.º 155 y n.º 156 es la respuesta a esta inquietud. Estos artículos hacen referencia a la estandarización de los requisitos del uso de antivirus para todos los automóviles nuevos.
Este movimiento legislativo, si bien es un paso positivo para garantizar una mayor seguridad para los automovilistas, está planteado una serie de dudas entre las marcas del sector automotriz, ya que la necesidad de reescribir partes sustanciales del código de software interno implica inversiones significativas. Una obligatoriedad que deberán implementar todos los modelos de coche producidos a partir de julio de 2024.
Los estados miembros de la UE, así como los fabricantes de automóviles, deben seguir al pie de la letra estas regulaciones, sin ninguna posibilidad de cambio. Las regulaciones prevén medidas de protección específicas, incluida la implementación de actualizaciones de software constantes y seguras.
Programadores de software y la industria automotriz
Estos dos colectivos son los que más reacios se están mostrando con la nueva normativa, no porque no estén de acuerdo con ella ya que la consideran muy necesaria. Su queja viene por las inversiones a realizar (que repercutirían en el precio final del coche) y que serán los consumidores los que tendrán que afrontarlos.
Por su parte, las compañías de software que están de acuerdo en la necesidad de implementar medidas de seguridad más sólidas, con estas nuevas regulaciones, tienen una incertidumbre generalizada. Empresas como Bosch y Continental, líderes en el mercado automotriz, han expresado su preocupación por la necesidad de revisar y reescribir desde cero una enorme cantidad de código, ya que implica enormes gastos e inversiones inesperadas.
La implementación de los nuevos estándares de ciberseguridad no es una operación sencilla o indolora, especialmente desde un punto de vista económico. De hecho, no es suficiente actualizar el software existente. En muchos casos, es necesario reescribir completamente varias secciones del código.
Se calcula que hoy en día, un automóvil contiene alrededor de 100 millones de líneas de código de software. Para cumplir con la nueva normativa europea, será necesario analizar y reescribir gran parte de este código. Esta nueva legislación de la UE ya está influyendo considerablemente en las estrategias de los fabricantes de automóviles.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.