El volante del automóvil, el componente más importante para dirigir el vehículo, ha experimentado una notable evolución desde sus inicios como unas palancas de dirección hasta convertirse, hoy en día, en sofisticados centros de control.
Y es que este elemento ha cambiado su forma y las funciones que incorpora y todo lo que puede hacer a lo largo de los años, reflejando los avances tecnológicos y las mejoras en seguridad y comodidad que ha sufrido la industria automovilística.
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Los primeros años: una simple palanca
En los primeros días del automóvil, los vehículos no contaban con volantes como tal como se conocen a día de hoy. En su lugar, se utilizaban palancas o varillas de dirección, similares a las riendas de los carruajes tirados por caballos.

Fue en 1894 cuando el ingeniero francés Alfred Vacheron introdujo el primer volante en un automóvil Panhard & Levassor durante la carrera París-Ruán. Este invento permitió un mejor control del vehículo, especialmente a altas velocidades, y marcó el inicio de una nueva era en la conducción.
Innovaciones en el siglo XX
A principios del siglo XX, el volante comenzó a incorporar nuevas funciones. En 1900, Daimler-Motoren-Gesellschaft equipó su auto de carreras Phoenix con un volante que incluía una columna de dirección inclinada, facilitando mucho su conducción.
En los años 20, se añadió el claxon, inicialmente una bocina de montada en el aro del volante. Esta función se ha mantenido hasta hoy, eso sí, evolucionando en diseño y ubicación.

Durante las décadas de 1950 y 1960, el volante se convirtió en una interfaz más compleja entre el conductor y el vehículo. Se introdujeron la columna de cambios y la dirección asistida, mejorando tanto la comodidad como la seguridad. Mercedes-Benz, por ejemplo, integró un volante de seguridad con una placa deflectora grande y deformable para reducir el riesgo de lesiones en caso de colisión.

La era de la seguridad y la comodidad
En las décadas de 1970 y 1980, la seguridad del volante se mejoró significativamente. Se desarrollaron volantes de cuatro radios diseñados para absorber impactos en caso de colisión.

En 1975, Mercedes-Benz introdujo el primer control de crucero en su modelo 450 SEL, permitiendo mantener una velocidad constante y una distancia segura con el vehículo precedente. En 1981, se incorporaron los airbag, una característica de seguridad que sigue siendo esencial en los automóviles modernos.

La revolución digital
Con la llegada del nuevo milenio, el volante se transformó en un centro de control digital. Los volantes multifuncionales comenzaron a incluir mandos para controlar la velocidad, el sistema de audio, el teléfono y otras funciones del vehículo.

Esta tendencia ha continuado, y hoy en día, los volantes están equipados con una variedad de botones y controles táctiles que permiten al conductor gestionar múltiples sistemas sin apartar las manos del volante ni la vista de la carretera.
Volantes modernos: de ciencia ficción
En la actualidad, los volantes de los automóviles son verdaderos ordenadores. Incorporan pantallas digitales, controles por voz y funciones avanzadas de asistencia al conductor.

Por ejemplo, el nuevo BMW Panoramic iDrive, presentado en el CES de Las Vegas de este año, integra un volante multifuncional con botones iluminados que proporcionan retroalimentación háptica. Este volante permite al conductor personalizar la información mostrada y controlar diversas funciones del vehículo de manera intuitiva.

También las formas de los volantes modernos han evolucionado y los que empezaron siendo achatados por abajo, ya poco tienen que ver con los volantes redondos de antaño. Ahora cada vez se parecen más a los típicos mandos de vuelo con forma de cuernos de algunos aviones comerciales y avionetas privadas.

Además, los volantes ya se diseñan para ofrecer una experiencia de conducción personalizada. Los conductores pueden ajustar la respuesta y las características de dirección según sus preferencias, y los sistemas de asistencia al conductor, basados en la inteligencia artificial, pueden hacer sugerencias proactivas basadas en el comportamiento del usuario.

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