La marca que escucha a sus clientes y quita de sus coches lo que no les gusta

El DS Nº4 ya está a la venta en el mercado español con una tarifa que arranca en 38.600 euros. Se trata de una actualización profunda del SUV de tamaño compacto (4,40 metros de longitud) que hasta ahora se denomina simplemente DS 4. Un cambio de nomenclatura que va mucho más allá, puesto que la actualización se refleja en muchos elementos destacados del vehículo, como ya se pudo comprobar en su presentación oficial de hace un par de meses.

La calidad prémium se aprecia en todo el conjunto, un DS que mira frente a frente a los referentes de las prestigiosas marcas alemanas que compiten en este segmento. Su oferta mecánica es generosa, puesto que incluye una opción híbrida, una segunda híbrida enchufable y la ya inevitable 100% eléctrica. Además, en enero llegará a los concesionarios una propuesta diésel actualizada a las nuevas exigencias de homologación que entrar en vigor para entonces.

Dentro de la profunda actualización a la que se ha sometido el DS Nº4 se encuentra la eliminación de un elemento bastante controvertido en el modelo anterior. Se trata del conocido como DS Smart Touch, una pantalla de cinco pulgadas que se ubicaba entre los asientos delanteros, en el túnel central del habitáculo junto al selector del cambio y que, teóricamente, servía para evitar distracciones al conductor durante el manejo de los sistemas de conectividad y otras funciones.

La utilidad de esta solución se basaba en reunir en comandos gestuales táctiles funciones como la gestión de llamadas telefónicas, el uso del navegador, la escala de la pantalla multimedia o la regulación de la climatización.

Según la marca, esta tecnología era “realmente fácil de usar y para activar el sistema basta con un toque prolongado que permite, además, visualizar los seis atajos en la pantalla central”. Sin embargo, la realidad de su utilización ha sido bien diferente a lo ambicionado por los ingenieros y el mecanismo ha desaparecido del nuevo Nº4.

Respondiendo a los clientes

Los responsables de la marca han confirmado que DS Smart Touch no satisfacía las necesidades de los conductores y la inmensa mayoría de ellos no disfrutaba de sus posibilidades. Escuchando estas opiniones y analizando los hábitos de utilización, en la puesta al día del SUV compacto se decidió eliminar un elemento que carecía de sentido para los clientes de DS.

Al no tratarse de un coche completamente nuevo sino de la evolución del anterior DS 4, la existencia del DS Smart Touch se sigue apreciando al permanecer, ahora como una pieza plástica, la superficie sobre la que antes se posicionaba esa pantalla táctil. Un elemento que ahora carece de utilidad, pero que permite prescindir de elementos innecesarios y tecnologías que encarecen el producto.

Lo importante de esta decisión es que DS ha tenido la sensibilidad necesaria para atender a sus clientes, valorar su criterio y optar por eliminar un sistema que, ciertamente, tenía muy poco sentido. Entre otras razones, su manejo se antojaba poco intuitivo y nada práctico, justo lo contrario de lo que se pretendía cuando se planteó su instalación en el SUV compacto francés. Si rectificar es de sabios, la determinación de DS solo puede tomarse como un acierto pleno.