La conducción autónoma tiene dos escollos para hacerse realidad. Por un lado está la parte tecnológica, que poco a poco va evolucionando y consiguiendo mejores resultados. Por otra está la legislación, que necesita adaptar la normativa al hecho de que existan coches sin conductor. Sin embargo, a todo esto hay que sumar un tercer factor, que es esencial: que los conductores quieran este tipo de tecnología.
Y parece que quienes se ponen al volante no tienen ninguna prisa para ello, como muestra el estudio llevado a cabo por S&P global Mobility. Según este, los sistemas de asistencia al conductor (ADAS) son bastante deseados entre los conductores, algo que no ocurre con los coches autónomos. Esto se debe a dos factores, la confianza y la familiaridad.
Los ADAS más deseados en un coche son: avisador de punto ciego (83%), cámara trasera (80,3%), avisador de choque delantero (80%), frenada de emergencia automatizada (80%) y visión nocturna (79,8%).
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Esto se debe en parte a que gran parte de los conductores ha tenido acceso a distintos tipos de asistentes de conducción, ha disfrutado de sus ventajas y, en consecuencia, quieren disponer de ellos. Según la encuesta la mitad de los conductores ha experimentado el funcionamiento de los mismos.
Todo lo contrario ocurre con los sistemas de conducción autónoma, que casi nadie ha podido probar y lo que hace que las cinco tecnologías menos deseadas tengan que ver con ella. La conducción autónoma en sí ocupa el último puesto (61%), pero le siguen de cerca sistemas relacionados: conducción automática en ciudad sin supervisión (61%), conducción autónoma sin manos en ciudad (61%), aparcamiento automático (64,5%) y conducción autónoma sin supervisión en autopista (64,9%).
Aunque la falta de prueba de esta tecnología hace que exista desconocimiento y, con ello, no se genere el deseo de disfrutar de ellas, lo cierto es que gran parte de los fabricantes ofrecen sistemas autónomos de nivel 2 y a pesar de esa disponibilidad, los conductores tampoco lo quieren. Solo el 69% de las más de 7.000 personas encuestadas desean un nivel 2 de autonomía en sus coches y la cifra se reduce al 65% si se trata del nivel 2+, en el que en autopista se pueden soltar las manos del volante.
No se confía en los coches autónomos
Pero, además del conocimiento de las distintas tecnologías, también es importante la confianza en ellas, algo de lo que todavía no disfrutan los coches autónomos. Solo el 47% de los conductores afirma que montaría en un automóvil de estas características y el 48% considera que son más seguros que los coches operados por personas.
Por último, el estudio demuestra que la actitud ante esta tecnología varía mucho de una región a otra del mundo. China es el lugar en el que más predisposición hay hacia la conducción autónoma, mientras que en Estados Unidos, Alemania o Reino Unido las puntuaciones son las más bajas.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.