El polvo, la lluvia, el barro e, incluso, las deposiciones de los pájaros, se deslizan por la pintura sin fijarse ni dejar apenas marcas. La clave está en la nanotecnología, aplicada en forma de una capa invisible que reduce la suciedad que acumula el coche y permite que esté limpio y brillante por más tiempo.
La idea es de Nissan y se está ensayando ahora en un Note que sirve de conejillo de indias. Como se aprecia en la fotografía, los primeros resultados son prometedores. El fabricante anuncia un periodo de prueba de “varios meses” antes de decidir si la pintura cumple con los requisitos establecidos y se gana el derecho de llegar a los concesionarios.
La marca japonesa ya mostró en 2005 otra pintura innovadora: una que se autorreparaba con el calor del sol, capaz de disimular los arañazos, y terminó aplicándose en varios modelos de Nissan e Infiniti.
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