Aunque cueste creerlo, el Mercedes-AMG One, con su tecnología derivada de la Fórmula 1, es un modelo homologado para circular por la calle. Como tal, entra dentro de la categoría de coches de producción cuando se trata de asaltar el circuito de Nürburging. Y, como cabía esperar, ha conseguido el récord en el llamado Infierno Verde.
El hiperdeportivo de Mercedes ha establecido un crono de 6m 35,183s en los 20,832 kilómetros de la vuelta completa al trazado, lo que supone mejorar en 3,65 segundos el mejor registro existente hasta la fecha, conseguido por el Porsche 911 GT2 RS de Manthey Racing con 6m y 38,833s.
Récord en Nürburgring con la pista húmeda
El logro se llevó a cabo en octubre a primera hora de la tarde, en un día soleado con una temperatura de 20 grados, pero en el que la pista estaba parcialmente húmeda y con ciertas secciones del asfalto algo sucias, lo que complicó el intento.
El One corrió con su equipamiento de serie, utilizando el modo de conducción Race Plus. Esta configuración, entre otras cosas, rebaja la altura del coche al mínimo, activa la configuración aerodinámica más agresiva y saca el máximo rendimiento al sistema de propulsión.
La mecánica del modelo alemán combina un motor 1.6 V6 desarrollado para la Fórmula 1 con dos bloques eléctricos de 120 kW (163 CV), consiguiendo una potencia conjunta de 1.063 CV.
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Los neumáticos que montó One también son con los que sale de fábrica, unos Michelin Pilot Sport Cup 2 MO de alto rendimiento. Entre los datos más llamativos de la vuelta, está el hecho de que en la recta de Döttinger Höhe el bólido llegó a alcanzar los 338 km/h, una cifra muy cercana a su velocidad máxima, que es de 350 km/h.
Aunque se trata de un registro impresionante y muestra cuan avanzada puede ser la tecnología que llega a la calle, el récord absoluto del circuito, conseguido por el Porsche 919 Hybrid EVO, deja clara la diferencia con los modelos de competición: completó la vuelta en 5m 19,546s.
Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.