La relación de Fernando Alonso con Renault es tan larga como intensa y exitosa. Doble campeón de mundo de Fórmula 1 con la marca del rombo (2005 y 2006), el asturiano se mantiene en la órbita del grupo francés al competir ahora con Alpine, su enseña de inspiración más deportiva.
Una circunstancia que ha permitido al piloto ponerse de nuevo al volante de un Renault en un circuito. Nada que ver con un monoplaza de F1 aunque sí con la innovación tecnológica que la industria de la automoción desarrolla en las carreras.
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El ovetense ha actuado de maestro de ceremonias en el circuito de Montmeló (Barcelona) para el estreno con el nuevo Megane E-Tech de sus los dos primeros propietarios en España de este coche 100% eléctrico. Su compañero en Alpine, Esteban Ocon, hizo lo propio con los primeros compradores franceses.
Coincidiendo con unos entrenamientos de la escudería Alpine en el circuito catalán, Alonso compartió los secretos de la pista y las posibilidades del Mégane más eficiente con el madrileño Domingo Baena y el ilerdense Xavi Tarrés. Ambos fueron los más rápidos en formalizar el pedido de este coche cuando se abrió el plazo de reserva, sin siquiera estar en marcha su campaña publicitaria o haberlo podido probar.