¿Coches eléctricos o lavadoras con ruedas? El apelativo despectivo que divide a los amantes del motor

La guerra entre los apasionados de los motores de combustión y los de la electrificación se viene librando con humor —y algo de sarcasmo— durante los últimos años. El auge del coche eléctrico ha traído consigo una nueva jerga entre los aficionados más puristas del motor. Los conocidos como petrolheads, se refieren a los vehículos eléctricos como “lavadoras”.

¿El motivo? La ausencia de sonido mecánico, el funcionamiento silencioso y la sensación de que todo está demasiado asistido. Para quienes aman el rugido de un V8 o el tacto de una caja manual, los eléctricos representan una experiencia de conducción descafeinada.

En las redes sociales, especialmente en X, circulan vídeos que ilustran esta burla con creatividad. Uno de los más virales muestra un coche con una llanta que imita el tambor de una lavadora. Literalmente. El mensaje es claro: para algunos, los eléctricos no son más que electrodomésticos con ruedas. Aunque la comparación es exagerada, refleja una tensión real entre dos mundos que, por ahora, parecen hablar idiomas distintos.