Una escena recurrente en la ciudad es la de un peatón atravesando una calle sin usar las zonas designadas para ello. Un gesto que le lleva a incumplir las normas que recoge el Reglamento General de Circulación (RGC) sobre cómo deben cruzar la calle.
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Uno de los vídeos difundidos por la cuenta de Instagram ‘dashcams.esp’ es un buen ejemplo de ello. Dos mujeres se aventuran a atravesar la calle sin usar el paso de peatones y cuando llegan a la mitad de la calzada, una de ellas se arrepiente. A continuación, se da la vuelta para regresar a la acera y el vehículo que llega al punto donde se estaba, la esquiva por muy poco.
En la ciudad, los propios peatones pueden convertirse en un riesgo para ellos mismos cuando su concentración y sentidos no están puestos en sus movimientos. Y es que ignorar todos los estímulos exteriores les lleva a cometer este tipo de infracciones.
De 80 a 200 euros: las multas por cruzar mal
El Reglamento General de Circulación (RGC) recoge una serie de normas que indican cómo deben cruzar la calle los peatones. Incumplirlas puede traducirse en un riesgo para su seguridad, pero también en una multa para su bolsillo.
Si una persona cruza la calzada sin emplear el paso de peatones, como ocurre en el vídeo, podrá recibir una multa de 80 euros. Si esta zona de prioridad no existe, podrá atravesar la calle de forma perpendicular al eje de la misma y verificando previamente que no existe peligro o riesgo para su persona por la proximidad de un vehículo.
Cruzar la calzada muy despacio sin causa justificada, como puede ocurrir cuando el peatón está distraído con algo, es una acción sancionable con 80 euros. Un castigo que podrá recibir tanto si usa el paso de cebra como si no lo hace.
Por último, si un peatón cruza cuando el semáforo está en rojo para él, estará cometiendo una infracción grave. En este caso, la multa económica ascendería a 200 euros.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.