La policía de la República Checa ha puesto fin a una de las persecuciones más insólitas de los últimos años. El domingo, varios agentes lograron detener a un hombre de 51 años que durante seis años había conducido un monoplaza de competición por carreteras abiertas al tráfico, simulando ser un Ferrari de Fórmula 1.
El vehículo, un Dallara GP2/08 vinilado con los colores y patrocinadores del coche que pilotó Michael Schumacher, fue localizado en una gasolinera de la localidad de Dobrís, al suroeste de Praga, tras una alerta ciudadana.
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Esta operación, que incluyó patrullas terrestres y un helicóptero, culminó cuando el sospechoso fue seguido hasta su domicilio, donde intentó resistirse a la detención alegando invasión de propiedad privada. El coche, sin autorización para circular por vías públicas, había sido grabado en múltiples ocasiones desde 2019, generando una mezcla de fascinación y preocupación entre los conductores y usuarios de redes sociales.
El detenido, que siempre aparecía con casco y traje de piloto, compartía un canal de YouTube llamado TrackZone con su hijo. En él publicaban vídeos de sus incursiones ilegales y otros contenidos sobre coches y motos, acumulando más de 100 publicaciones y más de 14.000 seguidores. La viralidad de los contenidos dificultó la identificación del conductor, que fue bautizado en internet como “el piloto fantasma”. El último vídeo publicado hasta el momento muestra la detención del automovilista.
Su coche, diseñado para circuitos cerrados, no cuenta con elementos básicos como luces, matrícula o sistemas de seguridad adaptados al tráfico urbano. La policía ha confiscado el vehículo y el conductor se enfrenta ahora a sanciones que podrían incluir la retirada del permiso de conducir, multas de varios miles de euros y posibles cargos penales por poner en peligro a otros usuarios de la vía.
La detención del “piloto fantasma” pone fin a una saga que durante seis años mantuvo en vilo a la policía y a miles de seguidores en internet. Lo que comenzó como una extravagancia motorizada terminó en una operación policial de gran envergadura
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