Fuera de los terrenos de juego, es habitual que los jugadores de fútbol coleccionen exclusivos coches en sus garajes. La mayoría de ellos no están al alcance de la mano del común de los mortales, pero la última adquisición de Neymar no es apta, siquiera, para circular por la carretera.
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El jugador brasileño ha mostrado, en múltiples ocasiones, su pasión por Batman. Tiene un tatuaje con el logo del superhéroe creado por Bob Kane y Bill Finger, ha aparecido en el vestuario disfrazado de él, ha asistido al estreno de alguna de las películas del personaje de DC Cómics…
Y ahora se ha comprado una réplica del Batmóvil Tumbler. Este fue el vehículo que el Batman de Christian Bale condujo en las tres películas (Batman Begins, The Dark Knight y The Dark Knight Rises) de la saga dirigida por Christopher Nolan.
1,3 millones de euros
El vehículo en cuestión le ha costado, según La Gazzetta dello Sport, 1,3 millones de euros. El problema es que, según establece la normativa brasileña, no puede circular con él por la vía pública porque no está homologado.
Después de estar expuesto durante varios meses, fue trasladado desde el Dream Car Museum de São Roque, ubicado a 60 kilómetros de São Paulo, hasta la casa de Neymar. El delantero sólo podrá conducirlo en un terreno privado o en un circuito cerrado.
50 personas para crear el Batmóvil Tumbler
Creado por Adhemar Cabral, diseñador de coches, es más una pieza de colección que un vehículo. Un equipo de 50 personas ha tardado tres años en darle forma para reproducir el Batmóvil Tumbler fielmente.
El coche de Batman que ha comprado Neymar mide 4,65 metros de largo y 2,8 de ancho. Su base es un chasis tubular sobre el que se asienta una carrocería de fibra de carbono y kevlar. Bajo ella hay un V8 de 6.2 litros con 525 caballos de potencia.
Como parte de su equipamiento, el Batmóvil Tumbler cuenta con lanzallamas, un motor de reacción de imitación, armas falsas, un lanzador de bombas de humo o flaps móviles.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.