Paradójicamente, el sultán de Brunéi es más conocido mundialmente por su extraordinaria colección de coches que por su papel político como monarca absoluto de un microestado asiático rico en petróleo.
Es uno de los pocos que ha tenido modelos únicos construidos para él durante décadas por las marcas más importantes, como Ferrari y Lamborghini. La subasta denominada ‘Fiesta en el Jardín de Saint-Tropez’, organizada por segunda vez por Artcurial Motorcars tuvo lugar el 28 de junio, para descubrir una de las creaciones más extravagantes en el césped del Club de Golf Gassin.
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Un modelo único para el sultán de Brunei
Se trata de un pick-up familiar basado en el Lamborghini LM002, el primer ‘super 4×4’ con motor V12, un icono de la década de 1980, del que solo se fabricaron 301 unidades. La conversión fue realizada por el carrocero Auto Costruzioni con la aprobación de Lamborghini en 1986.

Desde entonces, el vehículo ha sido propiedad de Bernd Pischetsrieder, exdirector de BMW, y posteriormente de dos propietarios meticulosos. Certificado por la marca y su famoso expiloto de pruebas, Valentino Balboni, tiene solo 10.400 kilómetros y se encuentra en un estado de conservación excepcional.

El Lamborghini LM002 es un coche único. Diseñado originalmente como vehículo militar para el Ejército estadounidense, podría considerarse la versión italiana del famoso Hummer estadounidense. Equipado con un motor V12 de cinco litros derivado del Countach, sus 450 CV le permiten superar los 200 km/h a pesar de su impresionante tamaño. Además, es una máquina excepcional, con esos 301 ejemplares producidos, 241 de ellos con carburador.
Un ‘Lambo’ muy especial
Este ejemplar en particular es aún más increíble gracias a su historia y a su carrocería especial. Encargado por el sultán de Brunéi, este coche fue modificado (con la aprobación del fabricante) por Autocostruzioni de Salvatore Diomante, con sede en Nichelino, Italia.

Como antiguo jefe de taller en Bizzarrini, Diomante fundó su propia empresa en 1968, fabricando piezas y modelos especiales para clientes que buscaban creaciones exclusivas. En este caso, cubrió este pick-up con un techo elevado para convertirla en una cabina cerrada con ventanas, con un lujoso interior que incluía asientos adicionales, equipo de entretenimiento como televisión y reproductor de audio/DVD, además de características de confort como techo corredizo eléctrico, elevalunas eléctricos y aire acondicionado.

Con su pintura gris de época, su lujoso interior de cuero y madera está excepcionalmente bien conservado e incluye, además de los cuatro asientos iniciales del habitáculo principal, un compartimento trasero con capacidad para al menos cuatro personas más. El precio que se preveía podía alcanzar en la subasta se estimó que podría alcanzar entre 450.000 y 575.000 euros. Pero finalmente nadie pujó por él. Quizá el precio era un poco desorbitado y en la próxima ocasión sí que encuentre comprador.
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