En la era de la sobreinformación en la que vivimos es fácil pasar desapercibido, algo que a las marcas de coches no les interesa cuando presentan sus nuevos automóviles. Es por eso que, de cuando en cuando, alguna se pone imaginativa y presenta una maniobra que se sale de lo normal para llamar la atención sobre sus modelos. La última ha sido Honda, que ha decidido colgar tres de sus vehículos de una grúa.
Se trata de tres ejemplares del Honda Passport, un todocamino que la compañía no vende en Europa. Concretamente son sus versiones TrailSport y TrailSport Elite, que son las más enfocadas a la conducción todoterreno y en las que, por si las moscas, es muy importante contar con un elemento concreto: los puntos de remolcado.
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Éstos están pensados para que, en caso de que el vehículo se salga de la carretera o se quede atrapado, otro automóvil pueda atar una cadena o cuerda y tirar de él para sacarlo del atolladero. Es por eso que es importante que sean fuertes y puedan aguantar mucho peso.
Hay muchas maneras de demostrar dicha capacidad, pero Honda ha optado por la más llamativa: formar una conga con tres unidades, conectadas entre sí por los mencionados puntos, y subirlas a 40 metros de altura.
De esta manera, el primer Passport está soportando dos veces su peso, por lo que se da por sentado que no habrá problema para que otro vehículo tire de él.
La marca destaca que para llegar a esta capacidad ha aumentado considerablemente la rigidez del chasis, hasta un 75% en la parte delantera y un 50% en la trasera; ha reforzado los puntos de unión y emplea aceros de alta resistencia para dar todavía más rigidez al conjunto.
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