Un conductor marroquí hace esto a su mujer en una gasolinera y al final le sale muy caro: surrealismo puro

La gendarmería francesa lo ha calificado como uno de los casos más insólitos de lo que va de verano. Lo que debía ser un viaje familiar desde París hasta Marruecos se convirtió en una historia digna de guion cinematográfico. En la madrugada del 5 de julio, un hombre de unos 60 años, acompañado de su esposa y su hija de 22 años, se detuvo en una estación de servicio en Pamproux (en el centro-oeste del país), en la autopista A10, para repostar. 

Eran alrededor de las 4.00 y, en medio del cansancio y la rutina del viaje, nadie se percató de que la madre no volvió al coche tras ir al baño. El vehículo reanudó la marcha con solo dos ocupantes. No fue hasta las 8.30, ya en las Landas (muy cerca de la frontera española) y tras recorrer más de 300 kilómetros, cuando el conductor notó la ausencia de su esposa. Desconcertado, contactó con la gendarmería de Labouheyre, aunque no pudo precisar en qué área de servicio la había dejado atrás.

Geolocalizada por el móvil

Gracias al rastreo del teléfono móvil de la mujer, los agentes lograron localizarla sana y salva en la misma estación donde la familia había parado horas antes. La mujer, de 62 años, ya había alertado a las autoridades de su situación. Al final, tras casi cinco horas varada en la gasolinera, la mujer volvió a reunirse con la familia.

Caso viral

El incidente, que ha generado una oleada de comentarios en redes sociales y medios franceses, ha sido calificado por la gendarmería como uno de los episodios más surrealistas del verano. El marido, visiblemente avergonzado, tuvo que volver a recorrer en dirección contraria los 300 kilómetros que le separaban de la estación de servicio para recoger a su esposa antes de continuar el viaje hacia Marruecos.