El violento temporal en China ha dejado una imagen impactante que se ha viralizado en redes sociales. Las lluvias en la ciudad de Yan’an provocaron el deslizamiento de una pendiente pronunciada que afectó a una zona residencial. El derrumbe sepultó varios vehículos y uno de ellos, aparcado en la parte superior, también se precipitó con la tierra.
Más información
En circunstancias como estas, los automovilistas quedan en parte desamparados. Las compañías de seguro no se hacen cargo de las indemnizaciones ante catástrofes naturales. En ciertos casos, esa responsabilidad corresponde al Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), que admite reclamaciones ante determinados fenómenos naturales, pero tampoco todos.
¿Y qué cubre el seguro en España?
Se contemplan inundaciones, embates del mar, vientos superiores a 120 km/h, tornados o terremotos. Por el contrario, se ven excluidas las nevadas, el hielo y las granizadas. Al no responder ante ellos ni las pólizas generales ni tampoco el consorcio, será el propietario del vehículo dañado quien deba asumir directamente los costes de las reparaciones necesarias.
La única salvedad al respecto aparece en las pólizas a todo riesgo, las que cubren los daños del vehículo propio. No es así en todos los casos, así que habrá que consultar el enunciado de cada contrato para conocer qué respalda exactamente la póliza.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram
Conducir el coche de un amigo o un familiar: cuidado con la reacción de la compañía de seguros