Vende un Maserati que no es suyo y no se presenta al juicio por estafa: en búsqueda el propietario de un concesionario en Zaragoza

Este lunes, un hombre acusado de estafa agravada en relación a la venta un Maserati tenía que haberse presentado en la Audiencia Provincial de Zaragoza para dar comienzo al juicio. No lo hizo y, a día de hoy, sigue en paradero desconocido.

La historia comienza con el intento de venta del mencionado vehículo, un Maserati Levante S. Este pertenecía a una empresa que quería ganar algo de liquidez vendiendo el coche de alta gama.

En el momento de comenzar el proceso de venta, la citada empresa contrató los servicios de un concesionario especializado en la compraventa de vehículos de alta gama para que se encargara de las gestiones necesarias. Así, el propietario de este establecimiento se puso a manos a la obra y encontró un comprador que, supuestamente, adquirió el Maserati Levante S por 50.900 euros.

Y, efectivamente, este hombre notificó a la empresa propietaria del Maserati que la venta estaba en marcha, entregando el correspondiente contrato de compraventa con el comprador, que había acordado pagar esos casi 51.000 euros por el coche.

El acusado está en búsqueda

Sin embargo, ese dinero jamás llegó a la cuenta corriente de la empresa propietaria del Maserati. Tras vender un coche que no era suyo, el propietario del concesionario se quedó con el dinero, lo que le llevó a ser acusado de un delito de estafa agravada. Se enfrenta a cinco años de cárcel.

El vídeo del día

El acusado, citado para este pasado lunes ante la Audiencia Provincial de Zaragoza, fecha en la que debería haber comenzado el juicio por estafa tras la venta de este Maserati, no se presentó, tal y como han informado los medios locales. Así, el magistrado que lleva el caso procedió a dictar una orden de búsqueda del dueño de este concesionario.

Además de tener que devolver los 50.900 euros de la venta del Maserati Levante que se quedó, el acusado se enfrenta en el peor de los casos al pago de una multa de hasta 7.200 euros y cinco años de prisión, por estafa agravada según lo pedido por la acusación particular. La fiscalía solicita tres años de prisión y una multa de 3.240 euros.