Aunque el proceso de creación de un coche sea industrial, en Mazda no olvidan sus raíces y se mantienen fieles a la figura del ‘takumi’, el artesano que da forma a todos los modelos de la compañía usando la arcilla y sus manos. La artesanía está muy presente en el desarrollo de cada uno de sus coches, tanto en lo que se refiere al diseño como a los materiales, a través de la reinterpretación de conceptos clásicos de la filosofía japonesa.
Cuatro ramas de la tradición
La incorporación más reciente la gama de Mazda, el CX-60, ha supuesto un paso adelante para el fabricante en multitud de áreas y además ha servido para sumar cuatro nuevos conceptos a la identidad de la marca, que se añaden a otros ya tan conocidos como el Jinba Ittai.
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Todos ellos se dan cita en el interior del modelo, que manifiesta un equilibrio entre tradición e innovación, en una clara apuesta por la calidad y la experiencia sensorial para aquellos que se suben a bordo.
El primero es el Kaichô, que busca crear un toque de irregularidad mediante la combinación de materiales y texturas muy diversos. Esto se traduce en la presencia de superficies en principio tan dispares como la madera de arce, el cuero napa, detalles cromados y refinados tejidos japoneses, pero que en su resultado final se conjugan en armonía.
Otro es el Hacho, un concepto estético japonés basado en la asimetría y la irregularidad intencionada, que se plasma en el habitáculo del CX-60 tanto en las molduras de la madera como en los tejidos utilizados, ya que, al estar compuesto de distintas fibras y patrones, responden a los cambios en la iluminación de manera diferente.
Por último, las costuras han recibido una atención incluso mayor, empleando dos métodos muy diferentes, el Musubu y el Kakenui.
El primero representa el “arte de anudar y conectar”, algo que ha servido y se ha aplicado para dar forma a los detalles de las costuras del panel del salpicadero. El segundo es un tipo de costura muy particular que se basa en ofrecer costuras ‘colgantes’, lo que se refleja en los espacios existentes entre los tejidos de los guarnecidos.
Madrid Design Festival
Con tanta atención por el detalle, los materiales y las técnicas artesanales para desarrollar el habitáculo del Mazda CX-60, la marca ha elegido el Madrid Design Festival como lugar para llevar a cabo la presentación de su ambicioso nuevo SUV.
Concretamente, la firma japonesa se ha unido a SACo, la Sociedad Artesanía Contemporánea, y a la inmobiliaria boutique ‘The Sibarist’ para crear la casa del futuro, un espacio de bienestar que se convierte en un recorrido sensorial a través de la artesanía de alto nivel que se da la mano dentro de ella.
Además del todocamino, coexisten piezas desarrolladas tanto por artistas de la sociedad SACo como por los takumi de Mazda, en una obra conjunta que realza el cuidado por los detalles y la calidad que los artesanos ponen en su trabajo.
Hasta el 20 de marzo es posible disfrutar de este espacio rebosante de calidad y esmero, ubicado en El Invernadero, en la calle San Lorenzo 11 de Madrid.
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