Durante el Gran Premio de Monte-Carlo, Renault, para celebrar su vuelta a la Fórmula 1 y conmemorando el 40º aniversario de su división Sport, presentó el Clio R.S.16, la versión más potente del compacto. Y es que, más allá de añadirle unos caballos extra o ligeras mejoras, la fábrica del rombo ha optado por montar la mayor parte del apartado mecánico del Mégane R.S. 275 Trophy.
La idea era seductora aunque ligeramente complicada, dado el menor tamaño y peso del Clio. Sin embargo, gracias al esfuerzo combinado de los equipos de la marca dedicados a los vehículos de serie y a los de competición, solo se han necesitado cinco meses para llevar el proyecto a buen puerto.
El resultado es impresionante, aunque de momento solo se trate de un concept car técnico: bajo el capó monta un motor 2.0 turbo que entrega 275 CV de potencia y un par máximo de 360 Nm.
Pero no es lo único que hereda de su hermano, el Mégane también ha proporcionado el sistema de frenos con discos de acero de 350 mm de diámetro o los amortiguadores. Otros elementos han tenido que ser modificados, como el frontal, para mejorar la refrigeración, o el sistema de escape, firmado por Akrapovic. Además, el Clio R.S.16 calza llantas de 19 pulgadas, su carrocería se ha ensanchado 60 mm y luce los colores de la escudería de Fórmula 1.
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