¿Se podría vivir sin Internet? A tenor de todo lo que se puede hacer a través de la red, parece que responder un sí es, cuando menos, bastante arriesgado en estos tiempos. Como mínimo muy complicado…
Desde hacer la compra, sacar entradas, ver películas o casi cualquier otra cosa que se ocurra; también ahora hasta se pueden comprar coches usados por la red.
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Un problema añadido es la actual falta de oferta de vehículos usados, lo que empuja a los compradores a señalizar automóviles e incluso comprarlos sin haberlos probado ni, incluso, visto, por temor a que lo compre antes algún otro cliente.
Según diferentes estudios, ya casi un tercio de las operaciones con vehículos de segunda mano se completan mediante este método. Y es que también ayuda la proliferación de portales que ofrecen todo tipo de garantías e incluso que llevan el coche al propio domicilio.
Pero hay diversos peligros que acechan en esta práctica y que puede amargar una compra.
Qué hacer para evitar disgustos
- Si no se puede ver el vehículo en cuestión, es recomendable pedir fotos desde todos los ángulos posibles y en detalle de los posibles desperfectos.
- Asimismo, es aconsejable poder visionar algún vídeo donde, lo ideal, sería que se mostrará el coche al arrancar, para, al menos, escuchar el sonido de su motor.
- Si no se puede ver el vehículo en persona, se debería acudir a cualquier concesionario local, y pedir una prueba de conducción.
- Hay que procurar leer pruebas, reportajes y comentarios de profesionales del motor o de otros compradores que han adquirido el mismo modelo en cuestión.
- Por supuesto, pedir una garantía por escrito de la posibilidad de devolución si el coche no se encuentra en el estado pactado o esconde alguna avería. No se debe olvidar que, cuando se compra a distancia, el consumidor dispone del llamado ‘derecho de desistimiento’. Es decir, el poder renunciar a dicha compra en un plazo de 14 días naturales.
De todas formas, hay que recalcar que comprar un coche sin verlo, por más papeles, bonitas palabras y garantías que se den, supone asumir un importante riesgo de que el vehículo esconda alguna sorpresa. Siempre es preferible visitar y ver en vivo el automóvil que se haya decidido comprar.
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