Sillas de coche de segunda mano para niños: ¿son una buena opción?

Los sistemas de retención infantil son obligatorios para trasladar a los pequeños en el coche y se debe tener sumo cuidado al elegirlos.

Sillas bebé
Los sistemas de retención infantil son obligatorios hasta que los niños lleguen a los 1,35 metros de altura. | Getty Images

La legislación es muy clara respecto a la seguridad de los niños a la hora de desplazarse en un automóvil. Así, hasta que alcanzan una altura de 1,35 metros, es obligatorio que viajen siempre con un sistema de retención infantil adaptado a su peso y talla. Además, como norma general, debe de instalarse siempre en los asientos traseros, evitando cualquier otra zona del vehículo.

Más allá de la imprudencia que supone que los pequeños no vayan correctamente sujetos y las gravísimas lesiones que esto les puede causar, hay que tener en cuenta que su cuerpo se convierte en un proyectil que podría impactar sobre los demás ocupantes, agravando las lesiones del accidente. 

Por ejemplo, en una frenada brusca a 50 km/h, un bebé de tan solo cuatro kilos que viaja sin sujeción se convierte en un objeto en movimiento de hasta los 158 kilos. Y de hasta 512 kilos a una velocidad de 90 km/h.

Las cifras de siniestralidad infantil en Europa continúan siendo alarmantes. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), cada año fallecen al menos 1.000 niños y otros 80.000 resultan heridos de diversa consideración.

“El 75% de las muertes infantiles y el 90% de las lesiones graves se podrían haber evitado si los más pequeños hubieran viajado correctamente en el coche, en asientos especiales y con las medidas adecuadas”, sostiene la DGT. Pero cualquier sillita no resulta segura.

Sillitas de segunda mano

Aunque el mercado de los objetos de segunda mano en la automoción se encuentra en pleno auge, en el caso de los sistemas de retención infantil la recomendación es comprarlos nuevos.

Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), hay que extremar la precaución al adquirir productos relacionados con la seguridad, ya que al desconocerse su historia anterior podrían suponer un peligro. En este grupo estarían los cascos de moto y, sobre todo, las sillas infantiles para coche.

Solo si se está seguro

Dicha organización recomienda no adquirir sillas de retención infantil de segunda mano, a no ser que se conozca plenamente cuál ha sido el trato y uso anterior del producto.

Una sillita que aparentemente parece nueva podría haber sufrido un accidente violento. Habitualmente, los daños se suelen encontrar en la estructura, lo que significaría que no protegerá con la seguridad exigible.

Aun así, si la decisión de comprar una silla de segunda mano es inevitable, hay que seguir estos consejos:

  • Se debe examinar completa y exhaustivamente la sillita. Si surgen dudas, por mínimas que sean, debe descartarse.
  • Es importante preguntar al comprador tanto sobre el uso como sobre si ha sufrido un accidente o si dispone de todos los elementos.
  • Manual de instrucciones: el comprador debe entregar dicho manual. En caso de no facilitarlo, se debe buscar en internet para seguir exactamente las indicaciones de montaje y uso.
  • Homologación: quizás, este es el punto más relevante. El comprador tiene que verificar que la silla está homologada de acuerdo con la normativa actual (ECE R129). Las sillitas de normativa anterior ya no se pueden emplear, puesto que se consideran peligrosas. Para ello, hay que identificar una etiqueta naranja en la que se indica la norma de homologación.

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