¿Qué contamina más: un SUV de ahora o un coche de hace 10 años?

Si hay un segmento de moda en el mercado, ese es el de los SUV. No obstante, la popularidad que atesoran desde hace años juega en contra del medio ambiente: el vehículo promedio que se vende ha dado un paso atrás en este término. Esta es la principal conclusión de un estudio, que compara los SUV de ahora con los coches de hace diez años.

Centran su objetivo en Reino Unido, donde la proporción de SUV vendidos ha aumentado de, aproximadamente, una quinta parte a casi un tercio en los últimos años. Además, otras investigaciones han demostrado que tres cuartas partes de los SUV nuevos están registrados en áreas urbanas.

El informe está firmado por Possible. Esta organización ambiental ha querido analizar el impacto de los SUV debido a la creciente preocupación que hay sobre las consecuencias que pueden tener para el medio ambiente, la salud y la seguridad.

Así las cosas, según el estudio, el coche promedio con un motor convencional comprado en 2023 tiene un mayor nivel de emisiones de dióxido de carbono (CO₂) que su equivalente de 2013.

Hay que tener en cuenta que, dejando a un lado los compactos, los SUV suelen ser modelos con mayores dimensiones, motores más grandes y mayor peso: llegan fácilmente a las dos toneladas. Y, además, muchos de ellos están equipados con sistemas de tracción total. Unas características que, hoy en día, son más frecuentes que hace diez años.

Si se une este punto al incremento en las matriculaciones, queda patente que cualquier mejora en la eficiencia de las nuevas mecánicas queda, prácticamente, anulada.

Un 20% más de emisiones

Algo que refuerzan con datos. Las emisiones de CO₂ de un modelo nuevo promedio disminuyeron entre 2011 y 2016, cuando alcanzaron los 120 gramos por kilómetro. Desde entonces, esta cifra ha aumentado constantemente. Tanto es así que, en 2023, ya se acerca a los 130 g/km.

Según el estudio, este incremento se debe a que, de media, las emisiones de los SUV son un 20% más elevadas que las de los modelos convencionales como, por ejemplo, los compactos.

La popularidad de los SUV no es un caso aislado que se dé en Reino Unido: es algo habitual en otros países europeos y, también, en Estados Unidos, donde representan alrededor de la mitad de las ventas. Motivo por el que, según la Agencia Internacional de Energía, a nivel mundial, los SUV produjeron emisiones tantas emisiones como Reino Unido y Alemania juntos.