Por qué Jaguar nunca volverá a ser ya lo que era

Jaguar-Land Rover informó el pasado mes de junio de una transformación total de su estrategia empresarial. La compañía pasaba a denominarse JLR, en referencia a las siglas de sus dos principales marcas hasta el momento, apuntando a un modelo de negocio enfocado en conceptos como la sostenibilidad, el lujo y la rentabilidad por encima del volumen.

El proceso ya está en marcha y el grupo británico avanza en los pasos necesarios para la división de su actividad en las cuatro marcas de las que se informó entonces: Range Rover, Discovery, Defender (las correspondientes a Land Rover) y la propia Jaguar. Será así como en 2024 se lance el primer Ranger Rover completamente eléctrico (con 550 kilómetros de autonomía), al que seguirán al año siguiente un modelo de tamaño medio.

Sin embargo, la revolución más patente llegará con el icónico sello de Jaguar, que pasa a convertirse en una marca de coches exclusivamente sin emisiones y de lujo, con precios que arrancarán por encima de las 100.000 libras esterlinas (unos 116.000 euros al cambio actual).

En el segundo semestre de 2025 será una realidad con la llegada de su primer modelo, una carrocería GT de cuatro puertas que se convertirá en el Jaguar más potente jamás fabricado, pero capaz de ofrecer un alcance entre recargas de 700 kilómetros.

La marca promete un diseño nunca visto, que será capaz de entusiasmar a sus incondicionales pese a la ruptura total con sus prestacionales y prestigiosos motores de combustión.

En este entorno de exclusividad, JLR España redefinirá su red de concesionarios en España para reducirla a solo seis centros en la península, a los que se unirán dos en Portugal y otro en Andorra. Además, se plantea la instalación de exposiciones urbanas en las grandes ciudades que se identifiquen como puntos neurálgicos para el conocimiento de este proyecto completamente rupturista con todo lo conocido hasta el momento.

¿Qué ocurre con los Jaguar actuales?

Luis Antonio Ruiz, presidente y consejero delegado de JLR España, explicó que los modelos actuales se seguirán vendiendo durante el próximo año. Sin embargo, se irán descontinuando de la producción y la comercialización de forma progresiva, para terminar con la venta de coches de combustión a comienzos de 2025.

El directivo también aseguró que los clientes actuales y futuros de estas mecánicas se encuentran totalmente amparados por la marca pese al cambio radical de su modelo de negocio. Los concesionarios desaparecerán para dejar paso a esa red de media docena exclusiva para la nueva Jaguar, pero no así la red de postventa: los talleres que ahora ofrecen servicio a Jaguar dentro de JLR lo seguirán haciéndolo mientras que sus vehículos se encuentren en circulación.

Los usuarios de Jaguar, por tanto, podrán continuar realizando los mantenimientos o reparaciones en sus talleres habituales, mientras que la venta y posventa de la gama 100% eléctrica se centrará en esa nueva y exclusiva red de media docena de puntos especializados en esta tecnología.