A la hora de comprar un coche en el extranjero, lo primero que se debe decidir es si viajar al país en cuestión o comprar a través de Internet. Esta segunda opción es más cómoda, pero hay que fijarse en lo que se compra. Claro que siempre se pueden ver fotos y vídeos del coche en cuestión antes de decidir.
La idea es buscar un concesionario de venta de segunda mano o contactar con algún particular (una opción mucho más complicada a no ser que se conozca a alguien de confianza en ese país) y comenzar la negociación.
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Si se va allí, se debe planificar el viaje de vuelta en el propio coche, o contratar una empresa de transporte que lo traiga. El coste de esta última opción rondará los 1.000 euros, dependiendo del tipo de coche del que se trate y si está dentro de la Unión Europea.
Matricular un coche extranjero en España
Para empezar, hay que fijarse muy bien en que su número de bastidor coincida con el número existente en la documentación. Si se hace a través de internet, se debe documentar con fotos.
Asimismo, si se busca en Alemania, uno de los países más solicitados para traer un coche, debe poner la palabra unfallfrei, que significa que no ha tenido accidentes. La ley alemana exige este requisito y que lo indique en los papeles del coche.
También debe tener la inspección técnica (ITV) del país en cuestión pasada, el permiso de circulación, el certificado de características técnicas y, si lo tiene, el libro de mantenimiento. Por supuesto, se necesita un contrato de compraventa, tanto si es particular como si es un concesionario. En este último caso también se requiere una factura que luego pide la ITV de homologación en España.
Comprar el coche en el extranjero
Si se va a por el coche, con ese contrato de compraventa y la factura, se debe acudir a un centro técnico para que inspeccionen el vehículo. Allí emitirán una ficha técnica provisional que permite viajar hasta España y, por supuesto, hacer un seguro provisional.
Como se ve, unos trámites muy tediosos, mucho más si no se conoce el idioma. Si se compra el vehículo en un concesionario, todos estos gastos de tramitación van incluidos en el precio del vehículo. Y esto es algo que resulta mucho más interesante.
La ITV
El próximo paso es iniciar los trámites administrativos para legalizar el vehículo en España. De nuevo, cualquier gestoría especializada en automóviles será lo más rápido, pero se puede hacer personalmente para ahorrar dinero.
Para empezar, se debe acudir con el coche a la ITV con la factura y la ficha técnica original del vehículo, donde realizarán la homologación, lo que permitirá ir a la Dirección General de Tráfico (DGT) para conseguir la matrícula española definitiva.
Una vez en Tráfico, y si el coche es de la Unión Europea, se debe aportar la documentación original del vehículo, la ficha técnica de la ITV y el documento que justifique el pago correspondiente en Hacienda. Para acreditar este pago se debe visitar la sede de la Agencia Tributaria más cercana con el modelo 309 o 300 o acreditar estar incluido en el censo de sujetos pasivos del IVA.
Otros documentos tras la compra
Además, se deben aportar otros documentos.
- Si se trata de venta entre particulares, contrato de compraventa acompañado de traducción e impuesto de trasmisiones patrimoniales.
- Si el vehículo se adquiere a un compraventa de país distinto de España, se tiene que aportar factura en la que figure el número de IVA.
Si el coche no pertenece a la Unión Europea, se debe llevar a Tráfico la documentación original del vehículo y el DUA, es decir, el documento único administrativo expedido por la aduana, salvo que en la tarjeta de la ITV conste la diligencia de importación del vehículo. Y en ambos casos, la ficha técnica ya expedida por la ITV española.
Ya solo falta pagar el impuesto de matriculación, que gravará la operación en función del nivel de emisiones contaminantes del vehículo en cuestión. Si el coche emite menos de 120 g/km de CO2, no hay que pagar impuesto.
Entre 121 y 159 g/km se abona el 4,75% del precio; entre 160 y 199 g/km, el 9,75%. Y si emite más de 200 g/km de CO2, se deberá abonar el 14,75%. Y este porcentaje se aplicará según el valor en tablas, por modelo y año, que tenga el coche en Hacienda.
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