La operación retorno de Semana Santa supone un problema para todos los conductores por los atascos de regreso, pero algunos automovilistas los están sufriendo en particular. Los propietarios de Tesla se han encontrado con largas colas en las estaciones de supercargadores, por lo que el tiempo para recuperar la energía de sus coches, ya de por sí largo, se ha estirado más de lo previsto.
Algunos conductores, de hecho, han tenido que buscar alternativas desviándose ligeramente de su trayecto. Las imágenes de las filas de coches eléctricos se han registrado, por un lado, en la estación de Tesla en la A-31, cerca de La Gineta (Albacete), donde la marca ofrece, según su propia información, ocho puntos de carga de hasta 150 kW de potencia.
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“El supercargador de La Gineta está a reventar y hay dos postes que no funcionan”, publicó este sábado un usuario de Tesla en la red social X, propiedad, como la marca de coches, del magnate estadounidense Elon Musk.
Los conductores relataron que la cola de coches “no paraba de crecer”. “Un desastre, tres puntos dejaron de funcionar y otros súper lentos. Al final decidí marcharme y cargar a 7km”, añadió el mismo usuario.
Potencia de los supercargadores de Tesla
Además de las averías frecuentes, otro de los problemas de la infraestructura de recarga es que algunos cargadores de coches eléctricos ofrecen una potencia máxima que tienen que dividir entre el número de vehículos enchufados. Cuando se acumulan los coches, la velocidad de recarga no es tanta.
“Segunda vez en 1 mes que tenemos problemas en Atalaya del Cañavate (Spain). Casi 2h para cargar. […] Varios cargadores inutilizados. Así no”, se quejaba un usuario con problemas en otra estación de Tesla, en este caso en la A-3 a su paso por esta localidad de Cuenca.
Infraestructura de recarga
El despliegue de la infraestructura es uno de los cuellos de botella que frena el crecimiento de la movilidad eléctrica en España. En 2023, la red de carga de acceso público alcanzó los 29.301 puntos, según el barómetro de electromovilidad de la patronal de fabricantes ANFAC.
Son unos 11.000 más que el año anterior, pero los datos no se dan por buenos. Esta asociación reseña que solo 827 puntos nuevos tenían potencias de al menos 150 kW, y la cargas rápidas y ultrarrápidas en la carretera resultan imprescindibles para afrontar con garantías viajes de largo recorrido.
Además, el mismo documento identifica otros 7.728 puntos fuera de servicio (un 21% de la red), bien por encontrarse en mal estado o porque aún no se han podido conectar a la red de distribución eléctrica.
“No estamos yendo al ritmo que deberíamos. Nos hemos quedado muy lejos de esos 45.000 puntos de recarga marcados [para 2023] para lograr los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima para 2030”, reconoció el director general de ANFAC, José López-Tafall, al presentar el barómetro.
La patronal de fabricantes insiste en su último estudio sobre la electromovilidad que la velocidad de recarga “es un punto crítico para el despliegue del vehículo eléctrico como vehículo de todo uso”, frente a la percepción actual como segundo coche para zonas urbanas.
En España, sin embargo, el 77% de los puntos de recarga de acceso público (22.491) son de baja potencia (menos de 22 kW), lo que implica hablar de tiempos de recarga mínimos de tres horas.
Hay, por otra parte, 1.120 puntos de entre 22 kW y 50 kW, mientras que son algo más abundantes los de entre 50 kW y 150 kW (4.165 puntos). Por encima, ANFAC tiene registrados 904 puntos de entre 150 y 250 kW, más otros 621 de al menos 250 kW.
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