¿Es legal bajar la altura original de un coche?

Rebajar la altura del coche es una manera fácil de mejorar su rendimiento en el asfalto, también con algunas desventajas. Un turismo más pegado al suelo tiene un centro de gravedad menor, con lo que ofrecerá un agarre muy superior y una mayor capacidad aerodinámica, como sucede, llevado al extremo, con los coches de Fórmula 1.

Esta modificación, que debe hacerse en un taller (donde se rebajarán las suspensiones del coche), implica también algunos inconvenientes. Como desventaja principal, un coche con un recorrido más corto de los amortiguadores resultará más rígido sobre el asfalto: rebotará más y asumirá peor los baches y las irregularidades de la carretera. Además, tendrá más dificultades para rebasar un bordillo o afrontar una rampa de un garaje.

Otra cuestión relevante es que las luces de cruce deben estar al menos 50 centímetros por encima de la superficie de la carretera. En el caso de los intermitentes, la altura mínima respecto al suelo es de 30 centímetros. Asimismo, el borde inferior de la placa de matrícula delantera de un vehículo no puede situarse a menos de 20 centímetros del suelo.

Y la reforma, en todo caso, debe superar un examen en la inspección técnica de vehículos (ITV). En el centro de ITV que el conductor elija, un inspector comprobará que el vehículo sigue siendo apto para circular y se garantiza que los cambios no repercuten en su seguridad, explica la patronal de estaciones AECA-ITV. 

De hecho, el propietario de un vehículo debe validar cualquier sustitución, incorporación o supresión que pueda modificar alguna de las características esenciales o alterar los requisitos reglamentarios establecidos en el Real Decreto 2028/1986, de 6 de junio, mediante el cual se aplican las normativas de homologación.

Entre las modificaciones más frecuentes que requieren su paso por la ITV están los cambios en la estructura del vehículo (como la instalación de un enganche para remolques o la colocación de unas barras antivuelco), o aquellas que afectan a la carrocería. En esta categoría entra la posibilidad de bajar la altura del coche, así como instalar alerones o faldones.