Radares que se mueven solos por la carretera para interceptar a aquellos conductores que no cumplen con las normas establecidas. Estos dispositivos, con forma de remolque, es uno de los últimos métodos que ha llegado a España: primer fueron cuatro, ahora serán 25.
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Fue en 2023 cuando Cataluña aprobó la compra de cuatro radares-remolque por 1.067.391 euros. Cifra en la que está incluida la adquisición y el equipo necesario para que el Servicio Catalán de Tráfico centralice las infracciones registradas.
El objetivo es que dos de ellos empezaran a vigilar las carreteras el pasado mes de abril como parte de una prueba piloto. No obstante, según informa El Periódico, sólo hay uno activo debido a la matriculación del remolque. Cuando terminen de pulir este trámite, se desplegarán los 25 radares que incluye el plan de seguridad vial 2024-2026.
Así son los radares-remolque
Los radares-remolque están blindados y pesan una tonelada, pero están equipados con ruedas para ser transportados y para desplazarse solos a lo largo de la vía en la que se instalan para, así, cambiar el punto de control.
Cuentan con un láser de medición más potente: abarca varios carriles al mismo tiempo y tiene un radio de control de más de 75 metros. Tienen conexión wifi y una batería con una autonomía media de una semana.
Vigilar los excesos de velocidad
El objetivo de estos radares-remolque pasa por controlar los excesos de velocidad en zonas de la red viaria en las que antes no era posible por falta de una infraestructura adecuada o por la peligrosidad que supone operar radares móviles.
Según explica el citado medio, el Servicio Catalán de Tráfico planea colocarlos en un lugar para que permanezcan allí semanas: la lista, por ahora, es de 150 ubicaciones. Cada lunes, eso sí, evaluarán si se quedan en el mismo sitio o son trasladados a otra donde el elevado nivel de siniestralidad requiera la acción de este tipo de dispositivos.
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