Un hombre de 61 años falleció el lunes atropellado por un turismo en la autopista C-32 cerca de Cabrera de Mar (Barcelona). Dos días antes, otro murió arrollado en el Puente de San Antonio, en el municipio de Pájara (Fuerteventura). Son los dos últimos casos consignados de una funesta rutina: día sí, día también, un viandante fallece arrollado en España.
En 2023 (último año con cifras oficiales definitivas) perdieron la vida por esa razón 353 personas y la cifra supuso el 19,5% de las víctimas mortales en accidentes de tráfico. Algunas realidades poco conocidas se revelan tras este dato, desveladas ahora en un estudio de la Fundación Línea Directa: muchos de los fallecidos habían bebido o tomado drogas o psicofármacos, y otros cuantos usaban el móvil o los auriculares en el momento del atropello.
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Si se alarga la vista, entre 2014 y 2023 murieron casi 3.500 personas embestidas por un vehículo en más de 124.000 siniestros viales con peatones implicados. En ese periodo, uno de cada cinco fallecidos sobre el asfalto era viandante. Además, unos 130.000 peatones resultaron heridos, de los cuales más de 17.000 requirieron hospitalización.
Peatones atropellados y el móvil
Los usuarios vulnerables son una de las grandes preocupaciones de la Dirección General de Tráfico (DGT), que ya prepara un informe sobre el terreno para averiguar cómo se comportan los viandantes en España. Cuántos de ellos, por ejemplo, van mirando el móvil mientras cruzan un paso de peatones. “Desde 2015 las distracciones son la primera causa de mortalidad, y esto se llama smartphone. Se conduce como se vive”, sostiene el director general de Tráfico, Pere Navarro, que asume la dependencia del móvil como un “problema social”.
El peatón tecnológico, más común entre los jóvenes de 18 a 25 años, es uno de los componentes del cóctel fatídico de los atropellos, a lo que se suman las infracciones de los automovilistas, el consumo de estupefacientes de algunos viandantes, la irrupción de los vehículos de movilidad personal y, por encima de todo, la velocidad excesiva.
Según el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, el 41% de los peatones fallecidos en accidente de tráfico durante la década que abarca el informe habían consumido alcohol, drogas o psicofármacos, sustancias que, de facto, afectan a sus reflejos y su percepción. La cifra alcanzó un récord preocupante en 2023, con un porcentaje del 58%.
Infracciones de viandantes
Aun así, los autores del informe consideran que los datos “no deben instrumentalizarse para culpabilizar al peatón”. De hecho, en el 72% de los siniestros con un peatón implicado, este no había cometido ninguna infracción. El estudio de la Fundación Línea Directa revela que los hombres sufren más del doble de letalidad que las mujeres.
Por tipo de vía, los hombres son más atropellados en carretera y las mujeres, en ciudad. La edad de los peatones atropellados se sitúa en torno a los 45 años, aunque los mayores de 65 presentan una tasa de letalidad que duplica la media general. También cabe destacar que los atropellos suelen tener como protagonistas a los turismos (72%) y ocurren con mayor frecuencia entre semana, durante el día y entre los meses de octubre y diciembre.
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En cuanto al tipo de vía, el estudio concluye que el 86% de los siniestros se registran en zonas urbanas y el 14% en carreteras, un dato sorprendente teniendo en cuenta que la circulación de personas está muy limitada en este tipo de vías. Además, la letalidad de los accidentes con peatones en carreteras es ocho veces mayor que en las vías urbanas, debido a la velocidad. Con todo, los atropellos son el tipo de siniestro que causa más muertes en ciudad, con un 42% de fallecidos en este escenario.
Las infracciones más habituales de los peatones son cruzar fuera del paso de peatones (16%), caminar por la vía de forma antirreglamentaria (5%) y no respetar los semáforos (4%), mientras que en el caso de los conductores, las más frecuentes son saltarse el paso de peatones, los semáforos u otra señal de prioridad y circular con exceso de velocidad.
Respecto a las lesiones más habituales entre los peatones, hay que distinguir entre los impactos frontales, los frontolaterales y los laterales. En el primer caso, las lesiones más habituales son las fracturas de cráneo, los daños cerebrales, las hemorragias internas y la conmoción cerebral. En el caso de los impactos frontolaterales, destacan las fracturas en extremidades y desgarros musculares, y en los impactos laterales, las fracturas de tórax y pelvis.
Las vías más peligrosas
El estudio también identifica las vías con mayor siniestralidad mortal para los peatones en España. En el ámbito urbano, la Gran Vía de les Corts Catalanes de Barcelona encabeza la lista como la más peligrosa, mientras que, en el entorno interurbano, el tramo de carretera con más atropellos mortales es la TF-1 (km 54,5-78,0), situada en Santa Cruz de Tenerife.
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