El indicador de combustible ‘miente’ un poco: así funciona y por qué falla

En cualquier coche, el indicador de combustible es una herramienta esencial para los conductores: les permite saber cuánta gasolina o diésel queda en el depósito y evitar quedarse tirados. Pero, al igual que ocurre con el cuentakilómetros, surge una duda inevitable: ¿es realmente precisa esta información?

Lo habitual es que los conductores no lleven un control exacto del consumo de carburante. Confían en la aguja del marcador, que muestra el nivel dividido en cuartos, y por debajo del último tramo se encuentra la reserva. Sin embargo, esa confianza puede no estar del todo justificada.

Aunque es una herramienta útil, el indicador de combustible no siempre ofrece una lectura completamente precisa, algo similar a lo que ocurre con el velocímetro. Aun así, salvo que exista algún fallo técnico, los conductores pueden confiar en su funcionamiento para orientarse durante la conducción.

Además, muchos vehículos modernos complementan esta información con el dato de autonomía, que estima cuántos kilómetros pueden recorrerse con el carburante disponible. Suele ser bastante fiable, pero algunos mecánicos recomiendan precaución: esta estimación puede volverse menos exacta cuando el depósito está cerca de vaciarse.

¿Por qué puede fallar el indicador de combustible?

La precisión del indicador de combustible puede verse afectada cuando fallan las unidades emisoras, que son el origen más común de los problemas en este sistema. Están situadas dentro del depósito, se encargan de medir el nivel de gasolina o diésel y envían la información al cuadro de instrumentos del vehículo.

También los sensores del depósito pueden provocar errores en la lectura. En concreto, hay dos: uno que mide el nivel de combustible y otro que controla la presión. Cuando el indicador falla, lo habitual es que el sensor de nivel esté funcionando de forma incorrecta.

Al igual que ocurre con otros fallos en los vehículos, el indicador de combustible puede verse afectado por problemas en el cableado. Cuando esto sucede, la comunicación entre los distintos componentes del sistema puede alterarse, generando lecturas erróneas o inconsistentes.

Este tipo de avería es especialmente compleja de diagnosticar, ya que requiere tiempo y precisión por parte de los mecánicos para identificar qué parte del sistema está fallando y por qué el nivel de combustible no se muestra correctamente.