Con la llegada del otoño, las temperaturas bajan, los días se acortan y las hojas caen sobre el asfalto, creando una superficie resbaladiza que puede comprometer la seguridad al volante, especialmente en el caso de las motocicletas.
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Después de un verano seco, el cambio de estación trae consigo las primeras lluvias, nieblas matinales e incluso placas de hielo en zonas sombrías. Además, el ajuste horario reduce las horas de luz, lo que afecta directamente a la visibilidad y a la percepción del entorno mientras se conduce.
Todos estos factores meteorológicos incrementan el riesgo de accidentes, por lo que es fundamental extremar la precaución. Uno de los peligros más subestimados son las hojas secas de los árboles caducifolios, que forman una alfombra sobre la calzada y pueden provocar deslizamientos inesperados.

Conducción sobre hojas
“Realizar una conducción sobre tramos con hojas caídas en el asfalto, es igual a hacerlo sobre la nieve”. Esta frase tan peculiar corresponde a las conclusiones de un estudio que efectuaron un grupo de ingenieros de Ford para conocer el alcance de conducir sobre hojas secas.
El trabajo de investigación se componía de dos partes. En la primera se obtuvieron datos de deslizamiento de neumáticos sobre la nieve. Para ello recurrieron a la realización de pruebas sobre carreteras nevadas en los países nórdicos y mediante un dispositivo que mide la fricción de las ruedas, obtuvieron la cifra del coeficiente de rozamiento en la nieve.
La segunda parte del estudio la efectuaron en la pista de pruebas que Ford tiene en Bélgica. Para ello recogieron bolsas de hojas secas y las esparcieron por el circuito. La medición del dispositivo de fricción arrojó que, en algunas situaciones, las hojas son tan resbaladizas como la nieve.
El dispositivo mide la fricción de las superficies en unidades que se representan con la letra griega µ (mi). Cuanto más resbaladiza sea la superficie, menor será el número. Durante las pruebas, las hojas midieron un nivel de µ entre 0.3 y 0.4. Exactamente, los mismos niveles de µ arrojados sobre las superficies nevadas.

Consejos para circular sobre hojas con seguridad
Una vez que se conoce que las hojas secas sobre el asfalto se comportan de la misma manera que la nieve, hay que garantizar la seguridad, conduciendo con precaución y sobre todo utilizar el sentido común. Estos son los consejos para evitar sustos:
Consultar la previsión meteorológica
En otoño e invierno es fundamental conocer de antemano las previsiones por los escenarios que se va a circular. En este caso, es muy importante conocer si la carretera transita entre bosques que puedan haber acumulado hojas y humedad sobre el asfalto.
Adecuar la velocidad a las circunstancias de la vía
El Reglamento General de la Circulación establece que los conductores están obligados a adecuar la velocidad de su vehículo a las condiciones meteorológicas. Además, deben circular a velocidad moderada y, si fuera preciso, detener el vehículo, especialmente en los casos de niebla densa, lluvia intensa, nevadas o nubes de polvo o humo.
Conducir de manera suave
Con las hojas secas, al igual que con la lluvia o la nieve, hay que evitar realizar movimientos bruscos con el volante. Así mismo, mucha precaución con los cambios de marchas agresivos, las aceleraciones o los frenazos repentinos.
Ayudarse del freno motor
En situaciones de baja adherencia de los neumáticos, las distancias de frenado son mayores, por lo que se debe de recurrir a la ayuda del freno motor para minimizar la presión sobre el pedal de freno y así evitar que el vehículo deslice.
Extremar el cuidado en las curvas
Las hojas caídas en las curvas pueden hacer que, en caso de tomarlas a una velocidad inadecuada, el vehículo se salga de su trayectoria. Para ello hay que entrar con poca velocidad en la curva (frenando antes con la dirección recta) y trazarlas de manera suave.

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