El Renault Clio es uno de los coches más vendidos en España, pero su éxito es global: en su historia ha comercializado más de 15 millones de ejemplares, una cifra que la marca francesa espera que siga creciendo con la quinta generación del modelo, una nueva entrega que evoluciona lo que conocíamos hasta ahora.
A primera vista recuerda, en lo referente a las proporciones, a su predecesor, pero lo cierto es que es un modelo 14 milímetros más corto (algo que según la firma no afecta a su habitabilidad) y 30 mm más bajo, lo que ayuda a mejorar su aerodinámica. Lo que más llama la atención es el frontal, que recuerda poderosamente al de su hermano mayor, el Renault Mégane; pero las novedades están por todas partes: el capó nervado, el marco cromado de las ventanillas, los pilotos traseros…
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Ofrecerá muchas opciones de personalización, tales como una gama de 11 colores para la carrocería, paquetes temáticos en tres tono, diversos diseños de llantas e incluso una nueva versión RS Line, que lucirá un aspecto más deportivo con ruedas y paragolpes específicos.
Aún así, el aspecto en el que se aprecia una mayor revolución es en el habitáculo, del que la marca ya desveló todos los detalles hace unos días. Renault define al nuevo espacio como ‘Smart Cockpit’, del que dice que “ahora más compacto, libera espacio, se centra en el conductor e integra más tecnologías”.
Entre los aspectos más interesantes están la integración de una pantalla táctil flotante de 9,2 pulgadas para la consola central, el cuadro de instrumentos digital de entre 7 y 10 pulgadas, un volante más compacto, una calidad de acabados mayor, asientos que recogen mejor a los ocupantes y hasta ocho ambientes interiores para personalizarlo al gusto del cliente. Además, el maletero tiene una capacidad de 391 litros, a los que se suman otros 26 en compartimentos portaobjetos.
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