El Mini eléctrico llegará en marzo y costará entre 33.950 y 41.000 euros

Mini ha definido ya su estrategia comercial para España con el lanzamiento de su primer modelo 100% eléctrico. El inicio de las entregas del Cooper SE, que se empezará a producir en noviembre la planta de la marca en Oxford (Inglaterra), está previsto para el 7 de marzo del próximo año, con una gama de cuatro niveles de equipamiento desarrollados sobre una mecánica única sin emisiones y carrocería de tres puertas. Los precios irán así desde los 33.950 euros de la variante básica S a los 41.000 euros de la superior XL, pasando por las propuestas medias M (36.500 euros) y L (39.000 euros). Esta es la tarifa básica recomendada, sin promociones añadidas o beneficios de planes de compra de vehículos eficientes en  los casos que sean posibles.

La marca ha querido simplificar la oferta de configuraciones con versiones de equipamiento cerrado, en las que el cliente tan sólo podrá elegir entre pequeños matices como el color de la carrocería o el tamaño de las ruedas. Algo que es posible gracias al completo equipamiento de serie desde el acabado de acceso, que incluye detalles como el climatizador bizona, el sensor de lluvia, la iluminación LED, navegador, control de crucero activo, alarma…

Desde que se abrió el periodo de reservas hace unas semanas, Mini España ha recibido solicitudes de información de más de 1.500 personas interesadas en el vehículo, además de que medio centenar de ellas se han decidido a realizar el depósito de 1.200 euros exigido para disfrutar de una serie de ventajas adicionales. Juan Pablo Madrigal, director de la marca en España, valora estos datos como positivos, confiando en que la cifra se incremente de forma significativa con la llegada de las primeras unidades de exposición a los concesionarios.

Madrigal no considera que la autonomía homologada de 235 kilómetros (WLTP) del primer Mini eléctrico suponga un inconveniente para la aceptación del producto: “Se trata de un coche eminentemente urbano y no pensamos que nadie recorra más de esa distancia en sus desplazamientos diarios por ciudad. El planteamiento de este tipo de vehículos puede ser el mismo que el de un teléfono móvil, con el hábito de enchufarlo cada día para estar seguros de disponer de batería. Si alguien necesita un automóvil para otra utilización, nosotros mismos le aconsejaremos la mejor alternativa dentro de nuestra gama, como puede ser el Countryman PHEV”.

El interior del Mini eléctrico es muy parecido al convencional. / Mini

El Mini Cooper SE monta una batería de iones de litio con 12 módulos ubicada en el suelo del coche. Su capacidad total es de 32,6 kWh (29 kWh netos), con entrada de carga máxima de serie de hasta 50 kW. Unos datos que se traducen en tiempos de recarga, hasta el 80%, que van desde las 12 horas en una toma de corriente convencional de 2,3 kW a unos 35 minutos en un punto rápido de su tope de 50 kW. En una conexión de pared de potencia media de 11 kW se necesitan unas dos horas y media para alcanzar esa recarga del 80%.

Mini ofrece tres diferentes cargadores para los clientes que deseen instalar uno de ellos en su domicilio. El precio del básico, seis veces más rápido que una toma de corriente convencional, ronda los 1.000 euros, cantidad a la que habría que añadir otros 1.200 euros como media para la instalación. Aquéllos interesados que realicen la reserva de un Cooper SE hasta el próximo 30 de noviembre recibirán como regalo este cargador básico, corriendo a cargo del comprador la instalación.

Al margen de los dos años habituales de garantía del vehículo, Mini ofrece ocho años o 100.000 kilómetros para la batería.