Por qué no siempre debes colocar los triángulos de emergencia

Después de un accidente o en caso de avería no siempre es obligatorio usar los elementos de señalización. Si las condiciones no son seguras, no debes bajar del coche.

triangulo
La colocación del triángulo no es obligatoria en cualquier circunstancia.

Más de un centenar de personas perdieron la vida el año pasado atropellados en la carretera tras una avería o un accidente. Según las estadísticas de la Dirección General de Tráfico (DGT), el retrato robot de la víctima habitual es el de un varón de entre 35 y 54 años que en el momento del siniestro caminaba por la calzada para colocar los triángulos o se encontraba arreglando su coche, habitualmente cambiando una rueda. En un porcentaje elevado, los fallecidos no llevaban puesto el chaleco reflectante.

Nunca pongas los triángulos si…

La mayoría de los conductores tiene interiorizado que si su coche se para en la carretera lo primero que debe hacer es señalizarlo. Bajarse, ponerse el chaleco, abrir el maletero, buscar los triángulos y colocarlos son conductas frecuentes y, en muchas ocasiones, muy peligrosas. Sin embargo, no siempre se debe descender del vehículo: la ley exime al conductor de hacerlo en determinadas circunstancias.

El Reglamento General de Vehículos establece claramente que  “en caso de inmovilización del vehículo por accidente, se utilizarán los triángulos de preseñalización de peligro, salvo que las condiciones de circulación no permitan hacerlo”. Por tanto, si el coche se queda parado en una carretera sin arcén, en el carril izquierdo de una autopista o autovía, en una curva, en un cambio de rasante, en un puente o hay niebla, lluvia intensa o nieve, no hay que bajarse a colocar los triángulos.

Cómo hay que señalizar

Cuando el coche se queda detenido en la carretera lo primero que hay que hacer es activar las luces de emergencia para avisar al resto de conductores. En la medida de lo posible, hay que parar el vehículo en un lugar seguro: si puede circular, lo mejor es avanzar hasta la salida más próxima; si es inviable, en el arcén o lo más retirado de la calzada. Si el accidente es en una autopista o autovía, en condiciones de baja visibilidad o entre la puesta o salida del sol, también se deben encender las luces de posición del coche.

Después, hay que ponerse el chaleco reflectante para salir del vehículo a colocar los triángulos, siempre que sea factible. En función del tipo de vía, se han de situar de distinta manera. Si es de doble sentido de circulación, se instala un triángulo por delante y otro por detrás del coche, a 50 metros, para que sean visibles como mínimo a 100 metros. Si la visibilidad no es buena –por ejemplo hay una curva o una señal que impida ver el vehículo– se debe aumentar la distancia de colocación.

En calzadas con más de dos carriles por cada sentido o de sentido único solo se ha de colocar un triángulo a 50 metros de distancia del coche, visible a 100 metros. En una vía urbana únicamente hay que poner un triángulo si el vehículo obstaculiza la circulación.

Tras colocar los triángulos, toca avisar al servicio de asistencia en carretera. Durante la espera, hay que situarse fuera del coche, lo más alejado de la calzada, con el chaleco reflectante colocado. Si hay más pasajeros, también deben bajarse con un chaleco y ponerse en un lugar seguro. Por ello, y aunque por ley solo es obligatorio llevar un solo chaleco, es recomendable portar tantos como plazas tenga el vehículo: guárdalos en el interior del habitáculo y así evitarás tener que buscarlos en el maletero.

Antes de cinco años, adiós a los triángulos

Habida cuenta que no siempre es seguro poner los triángulos y que muchos conductores lo hacen indebidamente, la DGT ya ha comunicado que los sustituirá en 2024 –puede que incluso antes– por un dispositivo luminoso para el techo del coche. Para ello, modificará mediante un real decreto el Reglamento General de Vehículos. En algunos países, como Reino Unido, ya está prohibida la colocación de los triángulos en autovías y autopistas.

El primer paso ya está dado. En 2018 la DGT autorizó este tipo de dispositivos lumínicos siempre y cuando se ajustasen a una homologación: emitir una luz de color amarillo auto, alimentarse de manera autónoma, tener una alta visibilidad y permanecer estables sobre una superficie plana. Por el momento, su uso es opcional y en ningún caso exime al conductor de llevar –y colocar, si es posible– los triángulos. En caso de no contar con estos en el vehículo o con el chaleco reflectante, la multa será de 200 euros.

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