De SUV a berlina: así sería una alocada transformación

El peculiar SUV del segmento B ha estrenado generación después de muchos años en el mercado de la original y sus nuevos rasgos, entre ellos la afilada parrilla ‘V-Motion’, darían lugar a un sedán bastante musculoso. Vía Budget Direct

Es uno de los pocos todoterrenos de los de antes que quedan en el mercado, con unas formas rectilíneas e imponentes que, eso sí, no sacarían muy buena nota en protecciones de peatones.

En su paso a berlina, seguramente el Wrangler sea uno de los que deja más claro que se trata de uno de los todoterrenos por antonomasia: su frontal es inconfundible, en los bajos cuenta con refuerzos y se mantienen sus características aletas en los pasos de rueda.

Es el SUV más grande que comercializa Ford y, como es cada vez más habitual en su segmento, luce una parrilla de gran tamaño de la que parten los grupos ópticos. En esta transformación la forma de la caída del techo podría recordar incluso a uno de los populares UTE australianos. Lo cierto es que se da cierto aire al Taurus, berlina que comercializa la marca del óvalo.

El SUV de lujo tiene un diseño más suave y dinámico que sus hermanos, lo que permite una suave transición a la berlina, con detalles con su línea de cintura o una zaga ligeramente sobreelevada que le permiten mantener su esencia.

La marca va a renacer en formato eléctrico, pero siempre representará los mastodónticos todocaminos de principios de siglo, derivados de modelos militares. A pesar del cambio de formato, es relativamente fácil adaptar su escudo frontal tan característico, con su moldura cromada, al formato sedán.

La marca no comercializa sus modelos en Europa, pero el Yukon es un SUV de gran tamaño que se caracteriza por su gigantesca parrilla. Lógicamente su tamaño tendría que disminuir para encajar en el frontal mucho más comedido de una berlina.