La nueva generación del Suzuki Swift ha optado por la versatilidad, saliendo al mercado únicamente como modelo de cinco puertas, con un mayor espacio interior y un maletero más capaz. Pero eso no significa que Suzuki se haya olvidado de la siempre esperada versión Sport, que se presentará en el Salón de Fráncfort.
Así, como tiene que adaptarse a la nueva situación del veterano modelo japonés, dice adiós a la carrocería de tres puertas que le otorgaba un carácter tan dinámico, algo que compensa con una imagen específica que sí le da un aspecto más agresivo, como una parrilla hexagonal invertida de gran tamaño cruzada por un listón de plástico negro y una trama el mismo color.
Los faros antiniebla son independientes y lucen unas formas más definidas y musculosas, tanto frontal como laterales cuentan con un pequeño faldón negro, y es de suponer que la zaga también, aunque por el momento no hay imágenes disponibles. Como guinda, monta llantas exclusivas de mayores dimensiones.
En cuanto a la mecánica también habrá cambios: si la generación anterior empleaba un motor 1.6 atmosférico de 136 CV, la nueva optará por la turboalimentación, utilizando un bloque proveniente del Suzuki Vitara, un 1.4 Boosterjet de 140 CV y 220 Nm de par, asociado a una caja de cambios manual.
Un punto que no se ha aclarado y que es de importancia capital en un compacto de aspiraciones deportivas es el de su peso. La gama base arranca en 840 kilos y en su versión con tracción integral llega hasta los 950 kilos. Si logra quedarse por debajo de los 1.000 estaríamos ante un modelo muy ligero y de comportamiento muy vivaz.
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