Así se hace realidad un prototipo, ¡bravo Infiniti!

¡Un aplauso por todas las marcas que nos ponen los dientes largos con prototipos increíbles y luego cumplen! A todos nos gusta ver concepts espectaculares, pero el desánimo y la tristeza nos invaden cuando encontramos el modelo de serie y vemos que todo lo llamativo se ha perdido por el camino. Entendemos, obviamente, que la gran mayoría de lo que se nos muestra no se puede trasladar a producción, pero precisamente por eso valoramos más a los fabricantes que si lo consiguen.

El año pasado en el Salón de Detroit (NAIAS 2015), Infiniti apuntó bastante alto con su Q60 Concept, un cupé de diseño atlético y agraciado, que solo 365 días después llega reencarnado en modelo de calle, respetando escrupulosamente todo lo que nos encandiló del prototipo.

El frontal, con la parrilla y los faros, deja muy claro que estamos ante un modelo de la familia, los nervios del capó se unen al pilar A, la línea de cintura llega hasta la suave caída del techo y la zaga está rematada por un pequeño alerón y unos estéticos pilotos traseros. Los paragolpes son más afilados, el difusor acoge dos salidas de escape y calza llantas de 19 pulgadas (de 20 opcionalmente). El fabricante ha hecho un buen trabajo puesto que, aun dejando clara su deportividad, no se trata de un diseño estridente.

El habitáculo deja una sensación parecida, con un volante de tres radios, cuadro de instrumentos totalmente analógico, la consola central está formada por dos pantallas y los materiales, siempre de corte premium, varían según la versión, con el cuero como elemento común y los apliques de aluminio o fibra de carbono. Una de las exclusivas con las que cuenta es con el sistema de sonido Bose de 13 altavoces, diseñado específicamente para el modelo.

Y ahora lo que importa: un coche que luce así, tiene que correr. El Q60 Coupé se pondrá a la venta con tres motores, un 2.0 turbo de 211 CV y 350 Nm, y un V6 3.0 que se ofrece en dos niveles de potencia, 304 CV y 400 Nm, y 405 CV y 475 Nm. Los tres se combinan de serie con una caja de cambios automática de siete relaciones y con propulsión trasera, aunque se puede optar por la tracción integral, que puede repartir el par 50:50 o todo al eje trasero.

Lamentablemente no hay datos de sus prestaciones, y tampoco de su precio. Habrá que espera a que se acerque su fecha de puesta a la venta, que será a lo largo de este año.