El conductor de este flamante Porsche 911 se llevó una desagradable sorpresa al ir a recogerlo del parking en el que se encontraba estacionado. Por un incidente cuyas causas todavía se están investigando, un autobús que rodó marcha atrás acabó aparcado encima de él, causándole graves daños.
El pasado 11 de marzo, en torno a las diez de la mañana, el conductor de un autobús que recorría la ruta de Fügen a Hochfügen (en la zona del Tirol, en Austria) se vio forzado a realizar una parada técnica en un estacionamiento cercano a un hotel. El hombre, de 51 años, notó problemas en el vehículo y decidió parar a comprobar el estado del autobús.
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Una vez que los pasajeros abandonaron el autobús, el conductor lo aparcó y bajó a controlar la mecánica. En ese momento, el vehículo empezó a rodar marcha atrás durante unos 70 metros, según las propias declaraciones del hombre.
Aunque no hubo ningún herido, los coches que se encontraban aparcados en la zona sí sufrieron daños, ya que el bus fue chocando con todo lo que encontró a su paso. La guinda final de este desagradable incidente fue que el vehículo acabó su escapada marcha atrás encima de un Porsche 911, destrozando grande parte de la carrocería.
Todavía se están investigando las causas de este incidente, han informado varios medios locales austríacos. Aunque parezca insólito, no es tan extraño que un vehículo empiece a rodar sin control al dejarlo aparcado si no se toman ciertas precauciones.
Cómo evitar que el vehículo ruede marcha atrás
Lo primero que hay que hacer para evitar incidentes en los que el vehículo ruede marcha atrás o hacia adelante, dependiendo de la inclinación del terreno, es estacionar con tranquilidad. Las prisas son malas consejeras y abandonar el vehículo corriendo puede acabar creando este tipo de situaciones.
Una vez aparcado o parado el coche, habrá que asegurarse siempre de poner el freno de mano, del tipo que sea. La marcha queda en punto muerto si es manual o en P si es automática. Entonces se puede apagar el motor y abandonar el vehículo.
Si el conductor no está seguro de que el freno de mano sea suficiente para retener el vehículo, se puede dejar una marcha metida en los cambios manuales. Si la pendiente es en ascenso habrá que dejar la primera y, si es en descenso, la marcha atrás. Para ello, habrá que pisar el embrague, colocar la marcha deseada, recordando volver a pisar este pedal cuando se arranque el motor, para evitar que se cale.
Un último consejo es ‘apoyar’ las ruedas delanteras en el bordillo, si aparcamos cerca de una acera. Por ejemplo, si el bordillo queda a la derecha y el coche está en dirección de bajada de la cuesta, se deberán girar las ruedas a la derecha para que, si el freno de mano falla, el vehículo se ‘apoye’ en el bordillo. Si, por el contrario, el coche está en subida de la pendiente, habrá que girar las ruedas en la dirección contraria para conseguir este mismo efecto.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.