Si Porsche lo hizo con el Cayenne, ¿por qué no iba a hacerlo Bentley? Ni siquiera una marca tan tradicional como la británica puede escapar de las tendencias del mercado (ya saben, renovarse o morir) y es así como en el próximo Salón de Frankfurt presentará el Bentayga, el primer todocamino de una empresa que muchos pensaron que jamás caería en esas redes. Equivocados estaban y aquí encontramos la constatación…
Eso sí, Bentley no podía llegar al mercado con otro SUV más. Y el Bentayga es una exhibición de opulencia en todos los sentidos, desde sus dimensiones a su equipamiento, pasando por su motorización o sus prestaciones… y por supuesto su precio: llegará al mercado a comienzos del próximo año y se espera que cueste más de 200.000 euros.
La carrocería lleva el sello de la casa en cuanto a elegancia y distinción. Un conjunto imponente que mide 5,14 metros de longitud y dos de anchura, por lo que es más que previsible que en su interior no se vayan a pasar estrecheces (se comercializará con cuatro o cinco plazas), además de disfrutar de la calidad propia de Bentley. El lujo emana en cada uno de sus detalles, con materiales nobles en sus acabados y un equipamiento capaz de satisfacer a los más sibaritas: asientos con masaje y climatizados, tabletas digitales para los ocupantes de las plazas traseras, techo solar de nada menos que 1,35 metros, pantalla de información en el salpicadero de ocho pulgadas…
Y como en Bentley querían dejar bien claro su poderío con el Bentayga, la mecánica tampoco se queda atrás. Recurre a un motor de gasolina de doce cilindros en W, con una potencia de 608 CV y acoplado a un cambio automático de ocho relaciones y con tracción a las cuatro ruedas. Con semejante rendimiento nos encontramos ante el todocamino más potente y rápido del mundo, ya que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos y alcanza los 301 km/h de velocidad punta, superando así los 285 km/h del Porsche Cayenne Turbo S.
El fabricante asegura que se trata de un SUV con todas las de la ley y, aunque dudamos de si alguien será capaz de llevarse el Bentayga al campo, lo cierto es que cuenta con algunas protecciones en los bajos y una suspensión capaz de adaptarse a las condiciones del terreno gracias a su altura variable. Otro experimento de una marca que deja atrás sus principios más arraigados para sobrevivir en un mercado cada día más global y competido, incluyendo la futura aparición de versiones con motores diésel e híbrido. Ver para creer…
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