Cualquiera que haya visto un Bentley Continental GT en vivo coincidirá en que se trata de un modelo que combina de una manera perfecta un aspecto contundente a la par que deportivo. A partir de 2015 el modelo continuará con su legado mediante ligeros cambios estéticos tanto exteriores como interiores, y modificaciones para su motor.
En el frontal ahora encontramos una parrilla algo más pequeña y un nuevo paragolpes inferior, también de nueva factura es el posterior, al que se añade un intento de alerón sobre el maletero. La carrocería puede ir decorada ahora en los vistosos Marlin, Jetsream o Camel, y al conjunto se añaden dos diseños específicos para las llantas de 20 o 21 pulgadas.
El interior recibe el pertinente remozado, con pequeñas modificaciones en las molduras de metal, cambios en la información mostrada en la consola central y el cuadro de instrumentos, iluminación ambiental de LED y un nuevo patrón de cosido en forma de diamante para los cuatro asientos. Según la versión (Speed, W12…) hay otras opciones disponibles de tapicería, volantes o levas, entre otros.
Mención a parte para el motor. El Continental GT mantiene su ya conocido 6.0 W12 Biturbo, pero con esta actualización aumenta su potencia de los 575 a los 590 CV y su par pasa de los 700 a los 720 Nm. Otra novedad es que ahora cuenta con un sistema de desconexión de cilindros que permite funcionar al motor con solo seis (la mitad) cuando la situación no sea demasiado exigente.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.