A principios de año se presentó su primer adelanto y BMW no ha tardado en desvelar uno de los modelos más esperados de toda la saga M: el BMW M3 Touring es el más versátil de la familia, con todas las virtudes del modelo y mucho maletero. En septiembre abrirá pedidos y en noviembre comenzará su producción, pero por el momento no se han desvelado sus precios.
BMW ha trasladado el concepto de la berlina al formato ranchera, por lo que su principal (y prácticamente única) diferencia es que el maletero es mucho más capaz, llegando hasta los 500 litros. Abatiendo las plazas traseras (40:20:40), el volumen crece hasta los 1.510 litros.
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El BMW M3 Touring se postula, así, como un vehículo pensado para la familia, pero que no pierde ni un ápice de su deportividad por el camino. Ni en el plano estético ni en el mecánico.
En cuanto a diseño, ha ocurrido lo esperable, y es que se ha mantenido la imagen del BMW M3 convencional. Se caracteriza por una enorme parrilla de doble riñón, musculosos pasos de rueda y paragolpes, llantas de gran tamaño (19 pulgadas en el eje delantero y 20 detrás) y una zaga con dos salidas de escape dobles. Se mire por donde se mire, queda claro que no se trata de un familiar convencional.
El interior del BMW M3 Touring
Lo mismo ocurre en el habitáculo, idéntico al del M3. Cuenta con las últimas novedades tecnológicas de la firma, como el BMW Curved Display que combina el cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas y la pantalla central de 14,9. Y ofrece dos opciones de asientos delanteros, los deportivos M sport de serie y unos tipo báquet M con fibra de carbono de manera opcional.
Por lo que respecta a motores, el M3 Touring tiene una oferta más limitada que la de su hermano, puesto que no está disponible ni con caja de cambios manual ni con tracción trasera. Solo puede montar la combinación de motor 3.0 biturbo de 510 CV y 650 Nm con la transmisión automática de ocho marchas y la tracción a las cuatro ruedas, una de las últimas incorporaciones a la gama de los M3 y M4.
Con dicha configuración, acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos, alcanza los 200 km/h en 12,9 segundos y tiene una punta de 250 km/h, aunque llega a 280 km/h si se instala el M Driver’s Package.
El conjunto se completa con los frenos deportivos (que opcionalmente pueden ser carbocerámicos), la suspensión adaptativa M y la dirección M Servotronic. La marca alemana apunta que ha buscado un enfoque que conjugue la deportividad y el confort para los viajes largos.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.