Tormenta perfecta. Es la definición utilizada por Manuel Terroba, presidente del Grupo BMW para España y Portugal, para lo ocurrido en el sector del automóvil el pasado año. La pandemia de la COVID-19, los efectos de la tormenta Filomena en algunas ciudades del país y la crisis de los semiconductores crearon un entorno muy poco propicio para el crecimiento del mercado de la automoción.
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Sin embargo y pese a todo, el cierre del ejercicio 2021 resultó satisfactorio para BMW. Fue la marca del segmento premium más vendida en España (por delante de Audi y Mercedes), algo que no ocurría desde 1993. Unas matriculaciones de 35.189 unidades refrendan este éxito, siendo además la única marca de estas características tan exclusivas presente entre las diez primeras del curso pasado.
Un cierre de año significativo considerando que esta tipología de automóvil acusó un descenso del 10% en ese periodo, mientras que BMW se mantuvo prácticamente estable (-0,1%). A ello hay que sumar las 8.431 unidades que salieron de los concesionarios de Mini, con lo que la cuota de mercado del grupo alemán se eleva a casi un tercio del total.
Las claves del éxito
Terroba reconoce las dificultades para hacer frente a los desafíos constantes del pasado año, aunque cree que el acierto en determinados aspectos ha resultado esencial para el éxito de su empresa: “La clave para mantener una confianza elevada de nuestros clientes y satisfacer la demanda ha sido la planificación y anticipación del equipo de BMW España, que ha trabajado de manera minuciosa mano a mano con la red de concesionarios, priorizando las necesidades de los clientes y alineándolas a la producción disponible”.
BMW ha capeado el temporal priorizando al cliente particular y las empresas en detrimento de los alquiladores, consiguiendo así una mayor rentabilidad en las operaciones (su red de concesionarios alcanzó el 1,9% de beneficio en 2021). La transparencia es otro de los pilares de su evolución, esmerándose en ofrecer a los compradores información precisa en todo momento sobre la situación de su vehículo y, además, soluciones de movilidad para ese periodo de espera.
La capacidad de reacción de sus fábricas se ha mostrado igualmente satisfactoria. Han sufrido, como toda la industria, la carencia de semiconductores pero Terroba considera que en menor medida que algunos de sus competidores, gracias a la adaptación a las circunstancias y la comunicación entre todas las áreas implicadas.
Optimismo para 2022
Una situación de privilegio que BMW espera mantener durante el recién estrenado ejercicio. El grupo alemán estima que seguirán produciéndose tensiones con la disponibilidad de microchips durante el primer semestre del año, aunque menores, y se llegará a una cierta estabilidad a partir del segundo.
Por este motivo, Manuel Terroba se muestra optimista de cara a 2022, con una estimación de crecimiento para BMW y Mini cercana al 5%. “El grupo ha llegado a los acuerdos necesarios con los proveedores para garantizar la producción durante este año. Hemos aprendido a manejarnos en tales incertidumbres, así que a partir de ahora estamos más preparados para satisfacer las necesidades del mercado”.
En ese sentido la electrificación de su gama se mantendrá como fundamental y anima a esas perspectivas halagüeñas del gigante alemán. BMW vendió en el mercado español el pasado año 555 coches completamente eléctricos, cifra que esperan duplicar en 2022 con la llegada y consolidación de modelos como i4, iX4, iX M60 o las próximas versiones 100% electrificadas del X1, Serie 5 o Serie 7.
Por último, la división de motocicletas de BMW concluyó el pasado ejercicio con unas ventas totales de 11.978 unidades. Con este resultado, lideró el mercado nacional de motos de más de 500cc (sin escúteres), al alcanzar las 10.081 matriculaciones. Una cifra que está un 15,6% por encima de su inmediato perseguidor en este segmento de las dos ruedas.
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