Aunque el mercado actual lo dominen los SUV, las marcas demuestran cada determinado tiempo que hay vida más allá de ellos, que todavía se puede apostar por segmentos más tradicionales para causar impresión. El BMW Serie 8 es el particular punto de vista de la marca alemana sobre cómo tiene que ser un gran cupé deportivo, y tiene argumentos para aspirar al liderato de su segmento.
Mide 4.843 mm de largo, 1.902 mm de ancho y 1.341 mm de alto, lo que sumado a su batalla de 2.822 mm le confieren unas proporciones muy dinámicas que combinan atletismo y elegancia a partes iguales. Se trata de un modelo que transmite contundencia gracias a un diseño que respeta mucho las líneas adelantadas por el prototipo, luciendo elementos característicos de la casa (como la parrilla de doble riñón) con otros propios como los finos faros, sus esculpidas líneas de tensión, las agresivas tomas de aire, el empleo de únicamente dos puertas o el imponente difusor trasero.
Su imagen transmite deportividad (que además se puede potenciar con el paquete exterior M Carbon), pero su apartado mecánico la refrenda. En un primer momento solo estará disponible en dos versiones, un diésel y un gasolina. El 840d xDrive Coupé monta un motor 3.0 de 320 CV y 680 Nm, asociado a una caja de cambios automática de ocho velocidades y acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos. El M850i xDrive cuenta con un 4.4 V8 TwinTurbo de 530 CV y 750 Nm, idéntica transmisión y completa el 0-100 en 3,7 segundos.
El interior, a pesar de ser un cuatro plazas, está orientado principalmente al conductor, que tiene todos los elementos del puesto de conducción enfocados hacia él. BMW ha optado por combinar en el Serie 8 tanto elementos analógicos (todavía hay bastante botonería) como digitales (cuadro digital de 12,3 pulgadas, pantalla de 10,25), empleando materiales nobles como el cuero y el aluminio.
También se ha preocupado de que su lista de equipamiento, tanto de serie como los extras, sea extensa y ofrezca gran confort y tecnología: control por voz y gestos, HUD de mayor tamaño, Driving Assistant Professional, asistente de aparcamiento, visión de 360 grados, control de crucero, mantenimiento de carril, superficie de carga inalámbrica para dispositivos móviles, equipo de sonido premium…
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.