Las cámaras que vigilan las carreteras ya detectan a los conductores borrachos

Hasta ahora, los controles de alcoholemia eran la fórmula más efectiva para interceptar a los conductores que se habían puesto al volante por encima del límite o bajo los efectos de las drogas. Ahora, la inteligencia artificial podría ser una nueva arma para las autoridades.

Las cámaras equipadas con esta tecnología ya han ayudado a la policía a detectar a aquellos conductores que usan el teléfono al volante o que no llevan puesto el cinturón. Algunas de ellas, en tres días, han sido capaces de denunciar 117 infracciones por usar el móvil y 180 por no llevar este sistema de seguridad pasiva.

Ahora, una cámara con inteligencia artificial se está probando por primera vez en Reino Unido, concretamente en Devon y Cornwall, con un objetivo diferente. Durante todo el mes de diciembre, coincidiendo con otras campañas contra la conducción bajo los efectos del alcohol, trabajará para interceptar a conductores ebrios.

Dado que los agentes no pueden estar en todas partes y que los conductores bajo los efectos del alcohol tienen seis veces más probabilidades de verse involucrados en un accidente fatal, las autoridades confían en que este sistema les ayude a salvar vidas.

IA para erradicar el alcohol y las drogas

Este dispositivo de última generación puede reconocer el comportamiento de los conductores para intentar determinar si están bajo los efectos del alcohol o las drogas.

Además, se puede trasladar rápidamente a cualquier carretera sin previo aviso. De esta manera, juegan con el factor sorpresa a su favor: los conductores no se darán cuenta de que han sido pillados hasta que les den el alto.

Un aviso a la policía

A diferencia de lo que ocurre con los móviles o los cinturones de seguridad, donde se envían pruebas fotográficas a los agentes para que tomen medidas más tarde, si los algoritmos de la inteligencia artificial creen que un conductor podría haber bebido o estar drogado, avisarán inmediatamente a la policía.

La correspondiente patrulla estará en la carretera, más adelante, para detener el vehículo. Una vez interceptado, llevarán a cabo una prueba para detectar la presencia de alcohol y drogas: si da positivo, llegará la correspondiente sanción.