El coche como fuente de posibles infecciones y contagios, más que un móvil o un váter público. ¿Cuánto podría pervivir en un volante el virus que causa la enfermedad Covid-19? Un estudio publicado en enero en The Journal of Hospital Infection recoge que los coronavirus humanos pueden persistir hasta nueve días en superficies inanimadas como metal, vidrio o plástico.
La respuesta resulta clave para quienes usan el mismo vehículo que una persona infectada y, sobre todo, para los usuarios de los coches compartidos. Según el texto, que analiza 22 estudios anteriores, a una temperatura de 20 grados Celsius el coronavirus del SARS dura dos días en acero, cuatro días en madera y vidrio y cinco días en metal, plástico y cerámica. Una cepa específica de SARS resistió hasta nueve días en una superficie de plástico.
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Los autores de la investigación aseguran no obstante que este tipo de virus se puede desactivar “eficientemente mediante procedimientos de desinfección […] en un minuto. Esperamos un efecto similar contra el SARS-CoV-2”.
¿Realmente el ‘carsharing’ es un nido de gérmenes?
Un estudio de la empresa estadounidense CarRentals indica que en cada coche podría haber unas 700 cepas diferentes de bacterias que amenazan el sistema inmunológico de quien sube al coche. Muchas de ellas provienen de la comida que cae sobre la tapicería o las alfombrillas. Después, con ayuda del sol y el microclima del habitáculo cerrado, crecen y se multiplican a su antojo.
Una parte del estudio afirma que en los vehículos de alquiler por tiempo, el ‘carsharing’, existe mayor probabilidad de que aumente el número de bacterias. Son muchos los conductores y las manos que pasan por ellos al día. En concreto, el estudio indica que habría un 33% más de gérmenes que en un coche particular.
Share Now, antes Car2go, sostiene que “la limpieza y un mantenimiento regular es muy importante para la compañía”. “Hemos tomado medidas de limpieza especiales para esta crisis para garantizar la seguridad de nuestro servicio –sostiene el portavoz de la compañía Niklas Merk–. Nuestros vehículos son desinfectados varias veces por personal especializado, con especial atención a la desinfección completa de la cabina, en particular el volante y la palanca de cambios. Esta tarea se realiza además de la limpieza regular de los vehículos”.
La compañía Free2Move asegura que está realizando “una limpieza más exhaustiva de los vehículos”, que pasan todos los días por sus centros de operaciones para su revisión y mantenimiento, que incluye la limpieza interior como una de las operaciones principales. Asimismo, su app móvil permite al usuario reportar las hipotéticas malas condiciones de higiene de un vehículo. En ese caso, según la empresa, “se pone inmediatamente fuera de servicio hasta que uno de los agentes lo recoge para proceder a su limpieza”.
Entre las medidas de Zity, que en España opera solo en Madrid, se incluye la creación de “un equipo de limpieza que se va a desplazar por Madrid las 24 horas del día para higienizar los coches”, según cuenta una portavoz. Habitualmente los coches pasan cada 48 horas por la base de la compañía, donde se cargan, limpian e higienizan. “Ahora hemos comprado más máquinas de ozono para poder higienizar más coches en menos tiempo, y además disponemos de esta patrulla que va a ir de coche en coche limpiando y reponiendo toallitas higienizantes”.
La estrategia de WiBLE consiste en mover cada noche 100 coches a la base de mantenimiento. Allí, además de revisar daños y recargar las baterías, llevan a cabo una exhaustiva limpieza en el interior de los vehículos, devolviéndolos a la circulación en perfectas condiciones. Al parecer también están trabajando en un proyecto que incorpora programas de desinfección.
Bacterias sobre dos ruedas
Las motos de alquiler también puede ser un foco de transmisión de bacterias y parásitos. Para eludir el problema, la mayoría de las empresas de motosharing ofrecen gorros higiénicos desechables a los usuarios, lo que evita el contacto del casco con la cabeza. Lo hacen por ejemplo Muving y eCooltra, que también aporta toallitas higiénicas para limpiar el sillín o el manillar.
En Coup, otra empresa especializada en motos compartidas, explican su proceso de mantenimiento: limpieza integral del escúter con desinfectante (manillar y asiento incluidos), reposición de un nuevo lote de redecillas higiénicas para cubrir la cabeza y limpieza exterior e interior del casco con fungicida. De manera periódica, también reemplazan las piezas textiles del interior del casco por otras recién lavadas.
El volante, peor que un váter público
Según CarRentals, el volante de un coche es seis veces más sucio que la pantalla de un smartphone, con unas 629 unidades formadoras de colonias de bacterias por cada centímetro cuadrado, frente a una media de 100. Además, multiplica por cuatro las cifras de un váter público y duplica las de los botones de un ascensor público.
El informe sigue explorando otras partes del vehículo como los portavasos, que pueden llegar a las 506 unidades formadoras de colonias de bacterias. Por su parte, los cinturones de seguridad superan las 400 y las manecillas interiores de las puertas rondan las 250 de estas agrupaciones de microorganismos.
Por lo tanto la higiene del interior del coche depende, sobre todo, de la limpieza de las manos. Un ejemplo muy claro de contaminación invisible es el momento de echar gasolina, especialmente desde la proliferación de las estaciones autoservicio. De nuevo el estudio de CarRentals asegura que tan solo en los pulsadores de los surtidores hay unas 2,6 millones de las unidades formadoras de colonias. Parece muy aconsejable usar los guantes desechables de plástico para no llevar más bacterias al volante.
Medidas personales de higiene
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