La historia del automovilismo está llena de éxitos y fracasos. De grandes marcas de coches que acabaron en bancarrota y de la evolución de otras que, por su versatilidad, consiguieron superar los peores momentos del mercado.
De una manera u otra, al final todas ellas han dejado grandes coches atrás. Algunas, incluso, escondidas en túneles subterráneos bajo el suelo de una vieja fábrica en Inglaterra.
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Es habitual escuchar historias de cómo un coche así o una moto asá, con un valor incalculable, han sido rescatados de un granero o un garaje donde permanecían en el olvido. A veces son parte de herencias que pasan desapercibidas y, otras, el propietario fallece sin dar más pistas.
Ahora, el youtuber Tom Drives ha publicado un vídeo en el que muestra el tesoro subterráneo que ha encontrado. Pertenece a la antigua corporación British Leyland Motor Corporation, que tenía bajo su ala marcas tan históricas como MG y Rover, además de Jaguar y Land Rover.
La historia de British Leyland
La historia de esta corporación fue cuanto menos convulsa. Nació en 1895 y su producción llegó a representar el 40% del total de los vehículos británicos. Llegó, igualmente, a emplear a un cuarto de millón de trabajadores en sus 110 fábricas, 40 en suelo británico y 70 en el extranjero.
Su producción se mantuvo durante la Segunda Guerra Mundial gracias a que parte de sus instalaciones eran subterráneas. El entonces propietario, Lord Herbert Austin, excavó debajo de la fábrica en Longbridge para trasladar bajo tierra la cadena de producción y poder seguir manteniendo el ritmo.
Esta maniobra dejó de ser útil pasada la guerra y la British Leyland decidió utilizar esos túneles para ensamblar prototipos de nuevos coches. Con la caída en desgracia de esta corporación, muchos de estos modelos quedaron abandonados en los túneles. Después se nacionalizó y se volvió a privatizar en 1986, cuando se disolvió y cambió de nombre a Rover Group Inc.
Grandes coches abandonados
Años después, se han encontrado diversos coches abandonados en estos túneles de la British Leyland. Son modelos que nunca vieron la luz o nunca se produjeron, como el Vanden Plas Princess 3L de 1968 o el Austin Healey 4000 GT de 1961. También pruebas y prototipos de otros coches, como Mini. Todos ellos se pueden ver en el vídeo editado por Tom Drives, donde explica la historia con todo lujo de detalles.
Muchos de los restos que se han encontrado están altamente dañados. Por un lado, por el abandono total que sufrieron estos túneles y, por lo tanto, los propios coches. Y, por otro, porque en 1978 tuvo lugar un incendio que afectó a todas estas galerías subterráneas. De todas formas, todo lo que se pueda rescatar, aunque sea poco, es parte de la historia de la automoción.
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