Cuando la Dirección General de Tráfico (DGT) pone empeño en la vigilancia, aflora una de las causas recurrentes de los accidentes de tráfico: el móvil. Por encima de los excesos de velocidad y el consumo de alcohol, las distracciones son el motivo más repetido en los siniestros de tráfico; en particular, en aquellos con víctimas mortales. Solo en 2022, los despistes estuvieron presentes en uno de cada tres accidentes viales (31%).
Una causa posible entre miles es esta: un conductor que come en su coche con cuchara y deleite, sin manos en el volante. Lleva el táper en el regazo y, entre cucharada y cucharada, tiene tiempo para consultar el móvil. Así lo grabó durante varios segundos un helicóptero de la DGT en 2022, en unas imágenes compartidas ahora por el organismo para ilustrar un problema que aún persiste.
Tráfico constató, igual que ese, miles de casos de conducción desatenta entre los días 9 y 15 de octubre en su última campaña especial de vigilancia, mediante la que pretendía concienciar a los conductores del peligro que suponen las distracciones.
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Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil vigilaron el paso de 364.165 vehículos. Los 7.989 controles se realizaron en carreteras convencionales, y como resultado denunciaron a 6.631 personas.
Seis puntos y 200 euros de multa
La causa de sanción más numerosa, usar el móvil al volante sujetándolo con la mano, se castiga con una multa de 200 euros y la retirada de seis puntos del carnet. Así ocurrió en 2.223 ocasiones en la última campaña. Esta acción supuso el 33,1% de las denuncias formuladas.
Como suele ser habitual, según detalla Tráfico en una nota, la infracción más frecuente aparte del móvil es abrocharse el cinturón de seguridad mientras se conduce. Por este motivo, fueron sancionados 442 conductores.
Los agentes detectaron también a 273 automovilistas “con cascos o auriculares conectados a aparatos reproductores de sonido distintos del teléfono móvil”.
Distracciones y alcohol al volante
Además, la DGT cita otros motivos de denuncia: la lectura (134 sanciones), la búsqueda de objetos (93), distraerse con otros ocupantes del vehículo (71) y conducir comiendo (48). Igualmente, los agentes formularon 1.198 denuncias “por otras infracciones que provocaban distracción en la conducción”.
Cuando la DGT se fija en los detalles desde el cielo, con sus helicópteros Pegasus, capta siempre imágenes insólitas: un conductor que resuelve papeleos al volante, una automovilista que se lava los dientes en marcha u otro que usa el móvil con las dos manos a toda prisa, como si escribiera una columna para el periódico.
En los controles preventivos de su última campaña, por otra parte, la DGT sancionó por duplicado en algunos casos. Un total de 1.260 automovilistas recibieron una denuncia por distraerse y, además, por conducir con tasas de alcohol superiores a la permitida. Otros 884 conductores despistados dieron positivo en otras drogas.
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