El 1 de julio de 2012 entró en vigor en la Unión Europea el etiquetado obligatorio de los neumáticos de automóvil, con el objetivo de conocer la eficiencia de los productos comercializados por los fabricantes del sector. Mediante colores, letras y símbolos fácilmente interpretables, esta etiqueta hace referencia a la resistencia a la rodadura, la adherencia del frenado sobre mojado y al nivel sonoro de la cubierta.
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Desde el próximo 1 de noviembre, la legislación europea va un paso más allá y se prohibirá la venta de todos los neumáticos de turismos y furgonetas catalogados con la letra F (la penúltima en eficiencia), así como los de letra E de camionetas cuyo coeficiente de resistencia a la rodadura sea superior a 9. Entre la mejor calificación (A) y la peor (G, que ya no pueden comercializarse) existe una diferencia en el consumo de combustible de aproximadamente 0,5 litros por cada 100 kilómetros recorridos.
Una mayor resistencia del neumático a la rodadura incrementa ese gasto de carburante y, en consecuencia, las emisiones de CO2 a la atmósfera, un efecto que ahora la Unión Europea pretende minimizar con la eliminación del mercado de los productos menos eficientes, que además suelen ser también los más ruidosos y los que presentan un peor comportamiento dinámico por una simple relación con la calidad de los mismos.
José Luis Rodríguez, director de la Comisión de Fabricantes de Neumáticos, explica el fundamento de la nueva legislación: “Desde Europa se atribuye a los neumáticos de baja resistencia la rodadura un papel esencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del tráfico en la carretera. Hasta el 20% del consumo de combustible está relacionado con este factor, por lo que la mejora en las cubiertas se apreciará rápidamente en el ahorro, mejorando la calidad del aire”.
Del mismo modo, Rodríguez insiste en la efectividad del etiquetado para que el consumidor esté convenientemente informado y pueda elegir el producto más adecuado para sus necesidades: “La prohibición de vender esos neumáticos menos eficientes en el mercado europeo pone nuevamente de relieve la labor informativa y de protección de los intereses del consumidor de la etiqueta del neumático. Se trata de una herramienta fundamental para equipar los vehículos con unos neumáticos que aportan prestaciones pero que también sean seguros, duraderos, eficientes y respetuosos con el medio ambiente”.
Por tanto, desde el próximo mes no se deberán vender esos neumáticos de etiquetado inferior, ni los consumidores tampoco adquirirlos. Resultará así esencial revisar y conocer la etiqueta obligatoria que llevan todos los productos comercializados en la Unión Europa.
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