Durante la década de 1950, tras la Segunda Guerra Mundial, la industria automotriz de Estados Unidos experimentó una transformación fundamental. Con la desaparición de numerosos fabricantes independientes, la producción se centralizó en los tres grandes: General Motors, Ford y Chrysler, quienes dominaban el 70% del mercado de modelos de la época.
Cada una de estas firmas era el eje de un grupo, el paraguas del que colgaban otras marcas, muchas empezaron a incorporarse en la década de 1920. Así, General Motors contaba bajo su abanico con Chevrolet, Buick, Cadillac, GMC, Pontiac y Oldsmobile. Ford, por su parte, contaba con Lincoln y Mercury. El grupo Chrysler, a su vez, poseía a Dodge, Plymouth y De Soto.
De Soto: de conquistador a leyenda
Para entender la historia de la marca De Soto, hay que conocer al personaje que le dio nombre. Hernando de Soto y García de Paredes nació en España en el año 1500. El lugar exacto del nacimiento no ha podido resolverse todavía. Queda claro de que era originario de la actual provincia de Badajoz, aunque algunos archivos hablan de que nació en Barcarrota y otros ubican su alumbramiento en Jerez de los Caballeros.
Hernando de Soto tuvo una vida muy prolífica. Fue un explorador y conquistador español que viajó a la América española y participó en 1524 en la expedición de Francisco Hernández de Córdoba que descubrió la costa de Nicaragua.
Así mismo, participó en la conquista de Perú y lideró en 1539 la primera expedición europea en el territorio de los actuales Estados Unidos. También se convirtió en el primer explorador blanco en cruzar el río Misisipí. Falleció en el propio río estadounidense el 21 de mayo de 1542. Se ganó el sobrenombre del conquistador de las tres Américas.
Así, es importante reseñar que en Estados Unidos es una figura prominente, y muchos parques, ciudades, condados e instituciones llevan el nombre de Hernando de Soto. Aunque al centrar la mirada en el mundo de la automoción, su apellido dio nombre a una relevante marca de coches: De Soto.
Los coches De Soto
De Soto fue una marca que se mantuvo dentro del Grupo Chrysler entre 1928 y 1960, periodo en el que se llegaron a fabricar más de dos millones de vehículos. La marca fue fundada en 1928 por el mismísimo Walter Chrysler, a la que le puso el nombre de Hernando de Soto por considerarlo una figura relevante y que desde niño admiró.
Su posicionamiento en el mercado la situaría entre Dodge (alta gama) y Plymouth (bajo coste) como compañía de precio medio y que tendría que plantar cara en ese segmento a Willys, Hudson, Studebaker y Pontiac, entre otras. El primer modelo que vio la luz en 1929 llegó a vender 25.000 unidades, las mismas que una marca de renombre como Dodge.
Desde aquel momento el emblema con la cara del conquistador español aparecería en diferentes modelos de la compañía, tal y como era costumbre en esos años y a imagen y semejanza del reconocido Espíritu del éxtasis de Rolls-Royce. Asimismo, se usaría como logotipo el escudo de armas de Hernando de Soto y, para enfatizar más el origen español de la marca, las seis carrocerías disponibles del modelo de 1929 se comercializaron con nombres en castellano como Roadster español, Sedán coche o Cupé de lujo.
De Soto: modelos míticos
La marca De Soto ha dejado en la historia de la automoción algunos modelos legendarios, como el Custom S-10 de 1942, que fue uno de los coches de producción pioneros en montar faros escamoteables, empotrados en los guardabarros y cubiertos por persianas que se abrían automáticamente al encenderse las luces. A su vez, el S-14 de 1949 fue el precursor en incorporar junto a otros modelos de Chrysler un interruptor de arranque accionado por llave.
Los primeros años de la década de los cincuenta fue una de las más prolíferas para De Soto, en el que se presentaron sus modelos más reconocidos: Firesweep, Firedome, Fireflite y Adventurer. Los modelos de aquellos años estaban repletos de tecnología, como los asientos delanteros giratorios para facilitar la entrada y salida del vehículo, la incorporación del tocadiscos para escuchar música en el coche o la inyección electrónica.
A finales de esta década, comenzó el declive de la marca, con un descenso del 60% en las ventas entre el año 1947 y 1948. Los dos años siguientes no consiguió levantar cabeza. A pesar de que en 1960 De Soto presentó los modelos para la temporada de 1961, nunca llegaron a fabricarse, ya que Chrysler decidió cerrar esta célebre firma con apellido español.
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