Los coches más bonitos e inolvidables con faros retráctiles

Más de 100 coches diferentes incorporaron este distintivo diseño de iluminación a finales del siglo XX. Y es que, los vehículos que llevaban faros escamoteables, solían representar la deportividad y la capacidad económica de su dueño.

Pero estos faros terminaron por desaparecer, principalmente por dos motivos: la poca seguridad que brindaban a la hora de un atropello, ya que provocaban serias lesiones en el peatón cuando estaban operativos; y por la aerodinámica, que empeoraba mucho al levantarlos. Esto tenía consecuencias claras: aumentaba el consumo y perjudicaba al rendimiento.

Una tercera razón sería la complejidad de los motores eléctricos que los accionaban, las averías que tenían y el coste más elevado para las marcas a la hora de implementarlo en el automóvil.

El primer coche con faros ocultos fue el Cord 810 de los años 30. Pero este repaso a las de creaciones más atractivas con esta solución de diseño lo abre es el BMW M1, que se fabricó entre los años 1978 y 1981. Fue diseñado por Giugiaro y su motor era un seis cilindros en línea con 277 CV. Se fabricaron 456 unidades, por lo que hoy en día es uno de los BMW más cotizados.

Fiat X1/9

Fue el último Fiat que salió de la línea de producción con luces escamoteables. El Fiat X1/9 se fabricó hasta 1982 y de su cadena de producción salieron más de 100.000 ejemplares.

Inicialmente su motor era un gasolina de cuatro cilindros, 1.290cc de cilindrada y 75 CV de potencia máxima, y posee una caja de cambios manual de cuatro marchas. Todo fue aumentando respectivamente hasta los 1.498cc, una potencia de 85 CV y una caja de cambios de cinco velocidades.

Chevrolet Corvette

Del mítico coupé americano, y hasta no hace demasiado tiempo, una de sus principales características eran los faros elevables. Los actuales ya no llevan este tipo de solución, debido a las razones ya explicadas.

Se comenzó a fabricar en 1953 y ya van ocho generaciones del Chevrolet Corvette. Del primero, conocido como C1, solo se hicieron 300 unidades. Medía 4,25 metros de longitud y montaba un motor V8 de 198 CV de potencia.

Matra Murena

Con toda su experiencia en la Fórmula 1 de los años 70 y 80, el fabricante francés Matra fabricó este Murena con motor central. Esta berlina de tres puertas fue diseñada por el griego Antonis Volanis, que más tarde alcanzó la fama con el Renault Espace.

Lotus Elan

Seguro que el Elan es el Lotus que se recuerda por tener faros retráctiles, pero no fue el único modelo del fabricante británico de deportivos. En los años 80, Lotus comercializó el Excel, que en realidad se fabricó utilizando un gran número de componentes de Toyota, accionista en aquel momento.

Lotus Esprit

Esta creación de Giugiaro se fabricó durante nada menos que 28 años, desde 1976 hasta 2004. La versión más potente tenía un motor V8 biturbo que alcanzaba los 355 CV.

Con esta mecánica, el deportivo británico aceleraba de 0 a 100 km/h desde parado en tan solo 4,8 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 282 km/h. En total se vendieron más de 10.000 unidades del Esprit.

Subaru XT

El único coche de Subaru con luces emergentes fue otro hijo de los 80. Ofrecido durante menos de diez años, se fabricaron casi 100.000 unidades del Subaru XT, que podían pedirse con motores de 1,8 o 2,7 litros.

Ford Probe

Desarrollado a partir de una plataforma de Mazda, el coupé estadounidense generó bastante polémica entre los clientes por tener tracción delantera y carecer de un motor V8.

La versión más exclusiva, denominada GT, contaba con un propulsor 2.5 V6 de 165 CV. En total, del Ford Probe, se comercializaron dos generaciones.

Alpine A610

En la década de 1990, los faros emergentes fueron perdiendo adeptos, pero algunos modelos siguieron vigentes. Uno de ellos fue el Alpine A610, un coupé de dos puertas que incluso se utilizó durante los Juegos Olímpicos de Invierno de 1992 para transportar a personalidades por Albertville (Francia).

Ferrari Testarossa

Fabricado entre los años 1984 y 1991, salieron de la línea de montaje 7.177 unidades de uno de los Ferrari más míticos. Montaba un propulsor V12 atmosférico de cinco litros de cubicaje y una potencia de 390 CV.

Es un coche que tiene un valor muy alto en los mercados de ocasión. También debido al protagonismo que adquirió en la serie policial de mediados de los 80 ‘Miami Vice’.

Lamborghini Countach

Se vendió entre 1974 y 1990. Al principio, su motor V12 de 4,2 litros desarrollaba 375 CV. A partir de 1985, y como respuesta al Ferrari Testarossa, la cilindrada aumentó hasta los 5,2 litros y la potencia hasta los 455 CV.

Contaba con carrocería de aluminio y fibra de vidrio y propulsión trasera. Tras la versión denominada 25 Aniversario, el Countach fue sustituido por el Diablo. El actual Lamborghini Countach es un híbrido de 780 CV del que solo se van a construir 112 unidades, todas ellas vendidas a un precio de 2,5 millones de euros cada uno.

Toyota Celica

La cuarta y la quinta generación del Toyota Celica, desde 1985 hasta 1993, empleaban estos faros. De las dos generaciones, la más potente fue la GT-Four, que contaba con tracción total y motor turboalimentado de 2,0 litros, que llegó a alcanzar los 200 CV.

Mazda MX-5

El icónico ‘roadster’ japonés, también denominado Miata, se estrenó en el mercado en 1989 con su primera y única carrocería de faros escamoteables. Esta primera generación, denominda NBA, podía elegirse con motores de 1,6 litros de 115 CV, y de 1,8 litros de 133 CV.

Ya sin esos peculiares faros y en sucesivas generaciones que han llegado hasta la actualidad, el Mazda MX-5 se ha convertido en el descapotable más vendido del mundo. El actual alcanza los 184 CV gracias a su motor SkyActiv-G de dos litros.

Porsche 944

A la venta entre 1982 y 1991, con carrocerías cerrada y descapotable, el deportivo alemán evolucionó en 1985 con el Porsche 944 Turbo. Este modelo contaba con un motor tetracilíndrico, de 2,5 litros y 220 CV. Y subió hasta los 250 CV con la variante S, que surgió en 1998.

Volvo 480

Volvo se jugó el todo por el todo con esta arriesgada apuesta, que tuvo una excepcional acogida en el mercado entre los años 1986 y 1995. Además, fue el primer Volvo de tracción delantera. En la gama, la variante Turbo estaba dotada de un propulsor de 1,7 litros y 120 CV.

La marca sueca quiso hacer una especie de evolución con el moderno Volvo C30, a la venta desde 2005 hasta 2011.