Según un reciente estudio de la aseguradora Línea Directa, casi doce millones y medio de españoles han sufrido alguna vez daños en su coche, cuya causa obedecía exclusivamente al vandalismo.
Para las compañías aseguradoras, se considera incivismo vial al acto de dañar un coche de forma intencionada o de darse a la fuga después de un accidente. En España, este comportamiento representa el 40% de los partes sin contrario (22% por vandalismo y 18% debido a conductores que se dan a la fuga del lugar del accidente).
Lo más preocupante de estos actos, según recoge el citado estudio, es que 850.000 conductores admiten haber dañado intencionalmente otro coche y 3,1 millones (el 11%) confiesa haber huido de la escena de un accidente sin proporcionar sus datos al afectado.
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Destroza el coche de su hijo
En el caso de coche destrozado en Logroño, la acción vandálica, según el denunciado, se cometió para evitar un mal mayor. Los hechos que han ocurrido en las calles de la capital riojana han puesto de manifiesto lo que un padre, siempre según sus propias palabras, es capaz de hacer por su hijo.
En la madrugada del sábado al domingo, diversas llamadas de ciudadanos a través del número de emergencias 092, pusieron en alerta a los agentes de que un hombre con un pico de obra estaba destrozando un vehículo de la marca BMW que se encontraba estacionado en la calle.
🏎️⛏️| La #PolicíaLocaldeLogroño denuncia por un delito de daños a un individuo que había provocado varios destrozos en un vehículo que estaba estacionado en la vía pública y que era propiedad de su hijo.
👉 Más info: https://t.co/dxvXdQTvNh pic.twitter.com/nEXhl5lnfl
— Ayuntamiento Logroño (@AytoLogrono) March 1, 2023
La Policía Local de Logroño se trasladó hasta el lugar de los hechos y observó cómo un vehículo todoterreno abandonaba la zona a toda velocidad. Tras unos minutos de búsqueda, otro coche patrulla lo interceptaba y procedía a la identificación de los sospechosos.
La sorpresa llegó cuando los agentes comprobaron que el conductor y su acompañante, que mostraba signos de evidente embriaguez, eran un padre y su hijo de 32 años. El coche destrozado era propiedad de este último.
Proteger a su hijo
La declaración del padre a los agentes hacía hincapié en que había tratado de convencer a su hijo para que le entregase las llaves del turismo y evitar así que condujese, dado su estado de embriaguez, lo que motivó una discusión entre ambos.
Tras el fuerte altercado, y para evitar que el joven se marchase conduciendo el vehículo, el padre asestó varios golpes al turismo con un pico, lo que causó importantes daños en todos los cristales, parte de la carrocería y en las ruedas.
De esta manera trataba de inmovilizar el vehículo para que su hijo no condujera y tuviera un accidente o causara lesiones a otros conductores.
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