En el fascinante universo del rock and roll, la pasión por los coches de lujo y los modelos de colección es una constante que trasciende generaciones. Desde las leyendas de los años 70 hasta las figuras más actuales, muchas estrellas de la música han convertido sus garajes en auténticos museos de la automoción, atesorando piezas únicas que reflejan su éxito y su estilo de vida.
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El icónico vocalista de Oasis, Liam Gallagher, no es una excepción a esta regla. A pesar de su reputación de irreverente y su conocida aversión a los convencionalismos, el músico británico ha demostrado ser un devoto entusiasta de los automóviles, construyendo una notable colección de la que ahora se desprende de una de sus mayores joyas.
El músico ha decidido deshacerse de uno de los componentes más destacados de su garaje: un deslumbrante Aston Martin DB4 de 1961. El vehículo, una pieza de coleccionista restaurada a la perfección, se ha convertido en el objeto de deseo de aficionados de todo el mundo.

Aston Martin DB4 Series II
El Aston Martin DB4 Series II, con su elegante carrocería, es un verdadero icono del diseño británico. Equipado con un motor de 3,7 litros que desarrolla 240 CV, este clásico de la automoción es conocido por su sofisticación y su rendimiento. El coche, que es una de las 1.113 unidades producidas, ha sido restaurado a un alto nivel, lo que significa que se encuentra en un estado impecable, como recién salido de fábrica.
Además, se vende con el manual original, firmado por todos sus propietarios, incluyendo el de la estrella de la banda Oasis como último propietario. Por su parte, la venta está siendo gestionada por Kelly Dietrick de Exceptional Car Bróker, una de las firmas más reputadas en el mundo de los coches de colección.

Sin carnet de conducir
Pero lo que hace que esta venta sea realmente singular es la anécdota que la rodea. A pesar de ser un confeso entusiasta de los coches de lujo y de poseer una impresionante colección, Liam Gallagher no tiene carnet de conducir. No es que se lo hayan retirado por un exceso al volante, es que nunca se sacó la licencia. Por eso, la idea de que el músico de Manchester nunca se haya sentado al volante de esta joya, le añade un toque de excentricidad a la historia.
Se confirma así, que para Liam Gallagher, la posesión de estos vehículos es una cuestión puramente estética y de coleccionismo, un reflejo más de su personalidad de estrella del rock. El precio de esta pieza histórica se ha fijado en 632.000 euros, una cifra considerable que, sin embargo, se justifica por su estado, su exclusividad y, por supuesto, por el pedigrí de su último dueño.

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